5 enero 2014 por paushada
Aquel año yo tenía nueve y el listillo de mi primo, que era el mayor, nos soltó a bocajarro: ¡los reyes son los padres! Nos quedamos estupefactos mirándolo y acto seguido comenzó la búsqueda de regalos por toda la casa para confirmar la noticia. Un reguero de siete u ocho niños, porque ese año pasábamos las navidades juntos, abriendo armarios, curioseando en gavetas y rebuscando en todos los rincones a nuestro alcance.
Recorrimos toda la casa mientras nos mirábamos unos a otros (menos al delator, por supuesto) angustiados pensando supongo que lo mismo: que no aparezcan por favor, que no aparezcan…
Y no aparecieron, por supuesto. ¿Cómo iban a aparecer si era día 5 por la tarde y los Reyes aún no habían comenzado el reparto? A estas alturas ya sé la verdad, como todos los que tenemos niños. La verdad es que lo que no existen son los padres.