Mi marido llevaba tiempo pidiéndome que la hiciera, pero la he ido dejando de lado día tras día hasta que al fin me puse seria y me dije a mi misma que de hoy no pasaba de hacerla.
También me daba apuro por él, siempre que tiene un hueco me ayuda en la cocina con mis recetas o con los retos que tengo que hacer, y al fin y al cabo él solo me había pedido una quesada, que me costaba hacerla?. Sinceramente nada, así que me puse manos a la obra y se la hice, y más contento que unas pascuas! Si es que en el fondo es un pedazo de pan, por aguantarme se merece el cielo! ;)
La verdad es que está muy buena, y aunque nunca la había hecho, se ha convertido en una receta imprescindible de mi recetario.
La receta está sacada del blog Pasen y Degusten, aunque he hecho alguna modificación respecto a la receta original.
- 150 gr de harina- 150 gr de azúcar
- 100 gr de mantequilla
- 1 yogur natural
- 2 huevos
- 500 ml de leche desnatada
- la ralladura de 1 limón
Precalentamos el horno a 180º
Untamos un molde con mantequilla y espolvorearemos con un poco de harina, para esta receta utilicé un molde de 20.
Echaremos todos los ingredientes en un bol y lo batiremos con una batidora o lo que tengamos en casa.
Volcaremos la mezcla en el molde, le daremos unos golpes a la base del molde para que suelte las burbujas de aire que pueda tener, y lo meteremos en el horno.
Dejaremos enfriar en una rejilla.
Como habéis podido comprobar es una tarta de fácil elaboración, a mi me gusta mucho porque su sabor y su textura me recuerdan a la tarta de queso, que es una de mis tartas preferidas.
Espero que os haya gustado esta receta, que aunque ha sido algo corta, su sabor es infinitamente delicioso!:)
Que tengáis una feliz semana.
Un beso! :*