El queso Casín se hace con leche entera, sin pasterizar, de gran riqueza en mantequilla y, si es posible, procedente de la raza bovina autóctona de la montaña: la vaca casina. Tras el cuajado de la leche, ésta se desuera en escurridores y más tarde es envuelta en paños, donde sigue expulsando líquidos durante tres o más días. Pasado ese tiempo, comienza el proceso de amasado de los gorollos, para lo que se utiliza la mesa o máquina de rabilar. Cuando la artesana decide que el paso de los gorollos va a ser el último, las masas resultantes se modelan dándoles forma esférica con las manos, hasta conseguir piezas circulares aplastadas de 15 a 20 cm. de diámetro, 4 a 7 de altura y entre 250 y 600 gramos de peso.
Consiguió la Denominación de Origen Protegida en el año 2006.
Cata
De aroma potente y punzante, su sabor es fuerte, persistente, picante y ligeramente amargo al final de la boca. Su forma es cilíndrica-discoidal irregular, tiene color amarillo cremoso oscuro, casi pardo, con unas tonalidades blanquecinas y se presenta con una o las dos caras grabadas con distintos motivos ornamentales o el nombre del elaborador.
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