- 3 cucharadas de aceite
- 1/2 cebolla
- 1 puerro
- 1 zanahoria
- 1 calabacín
- Sal
- Pimienta
- Nuez moscada
- 4 huevos
- 200 ml leche vaporada
- 1 lámina de masa quebrada
- Primero picamos la cebolla en trocitos muy pequeños y la rehogamos en una sartén con tres cucharadas de aceite de oliva. Mientras esto se termina, podemos ir cortando el puerro en daditos, y una vez lista la cebolla, lo añadimos encima y lo rehogamos también.
- El siguiente paso será pelar y cortar la zanahoria en dados pequeños, y cuando el puerro esté tierno, añadimos la zanahoria a la sartén. Seguimos cocinando a fuego medio y pasamos a pelar y cortar el calabacín en dados también.
- De nuevo, echamos el calabacín en la sartén y dejamos que se cocine durante unos diez minutos. Pasado este tiempo, salpimentamos a nuestro gusto y añadimos una pizca de nuez moscada. Añadimos la leche evaporada junto con los cuatro huevos previamente batidos.
- Por último, adaptamos una lámina de masa quebrada a un molde antiadherente, vertemos la mezcla sobre la masa quebrada y horneamos todo a 200ºC durante unos 30 minutos. Una vez pasado este tiempo, dejamos enfriar y ¡¡LISTO PARA COMER!!