Por Bernardo Villar
Breakdown: ruptura, descompostura, fallo, quiebre
Nadie quiere un breakdown. Los breakdowns son malos. No es bueno causar breakdowns. Un breakdown hace que las cosas no funcionen.
¿En serio? ¿Cómo es eso?
Una vida sin breakdowns es una vida donde no hay riesgos, sin espacios posibles para crear nada nuevo. Pero ¿sabes algo? Tu vida (la mía y la de todos) está llena de cosas que no funcionan pero que hemos aprendido a manejar lo suficientemente bien como para sobrevivir a ellas. No funcionan pero no nos matan, así que mejor dejarlas así, ¿no?
Observa con cuidado y mucha honestidad todo eso que no te funciona ahora mismo en tu vida. No tus resultados solamente, ni tus acciones ni tus pensamientos, sino más allá, observa el contexto, las conversaciones que las hacen posibles. Ahí están los breakdowns, los quiebres.
¿Quieres que tu vida funcione como tu quieres que funcione? requieres identificar las conversaciones que te están usando y que no te funcionan y declarar ahí un quiebre. Crear quiebres el lo que posibilita lo extraordinario, los rompimientos, los breakthroughs.
Los breakdowns abren el espacio en el cual se pueden crear nuevas conversaciones que habiliten lo extraordinario; distinciones que creen una nueva manera de que el mundo ocurra para tí. Una nueva manera de ser en el mundo.
Tener breakdowns no significa que estás mal, no quiere decir que te hayas equivocado necesariamente. Quiere decir que has identificado una conversación que no te está funcionando para causar lo que quieres crear y que hasta ahora no has creado, y con ello (con solo declarar un breakdown) se crea el espacio para lo extraordinario. Para lo que no ha sido nunca y ahora es una posibilidad de ser.
Reconocer un breakdown nos saca de nuestra zona de confort y por lo tanto es brutalmente incómodo. Nos enfrenta a lo desconocido, a la potencialidad pura; a la incertidumbre de la posibilidad y a la maravilla de la creación.
¿Quieres crear en tu vida lo que hasta ahora no has creado? Busca el quiebre.