3 noviembre 2013 por pablobarber
Te lo advierto. Quiero que queda bien claro que te lo advierto. Y te lo estoy advirtiendo desde ya, para que después no vengan las quejaderas, no me vengas llamando traidor.
Te advierto, y es una amenaza, que espero mucho de ti. No te estoy implorando una oportunidad, sino que te la exijo. Y no solo yo. También Carola, Carmela, Juan, Cristina, Jesús, Isabel, 6 millones de parados, sirios, inmigrantes sobrevivientes de tragedias, desahuciados, deprimidos,… y tantos y tantos otros que ya conocemos al año 2013 como el peor año de nuestra vida. Y como ya sabemos cómo se las ha gastado el 2013 te aviso, 2014, que como tengas planeado tratarnos igual, te vamos a moler a palos.
Porque no nos meremos el años de mierda que hemos pasado. Porque no hay cuerpo que aguante otros 360 días iguales. Porque yo no se si tienes previsto que haya luz a final del túnel para nosotros. Si no lo tenías pensado, ya puedes ponerte manos a la obra. Mamón.
Y no te pide un respiro, no me vengas con migajas. Te pido un gran año, que nos haga sentir vivos nuevamente, en el que creamos y podamos abrir los pulmones para llenarnos de un 2014 bueno, afable, humano y cariñoso. Esperanzador. Con vida.
Así pues espero que ahora mismo te estén temblando las rodillitas y ya estés planeando todas las buenas sorpresas que nos vas a deparar.
A mí no me gusta ponerme en este plan, pero si osas hacernos la mínima jugada sucia, te juro que te rompo la cara.
Cordialmente,
Pablo enfurecido