La pregunta que nos hacemos todos: ¿Quién o quienes defienden esto? Empezamos por la base, y no precisamente los colectivos, la gente que ante esta situación le ha costado ver la realidad que vive versus lo que está sucediendo en varias ciudades del país. Un gran número de venezolanos, que mas allá de su afiliación política, vio en la revolución bolivariana una ventana – aunque fuese mísera – que le permitiera albergar a estos la palabra esperanza en el libro de definiciones de vida. Aunque fuera una misión de salud, aunque fuese un mercal, aunque fuese una misión de estudios, estos venezolanos sintieron que por fin alguien les paraba. Estos venezolanos nunca vieron que merecieron mas, estos venezolanos nunca vieron que tras estas dádivas había un mar profundo de corrupción, a estos venezolanos le trataron de reflejar en el pensamiento que eso de superarse no era tan urgente, que con unos cuantos “regalos” del gobierno las cosas iban a andar.
Otro grupo, los militares, los que probablemente pueden cambiar el rumbo de este cuento. El régimen siempre ha cuidado que los militares se sientan cómodos: Aumentos sucesivos sobre la media, protagonismo en áreas económicas que siempre fueron ajenas al mundo militar y la oportunidad de firmar los mayores actos de corrupción de la historia reciente. Como supuestamente estos cuidan al país, estos son los que pueden dar carta libre para que el narcotráfico haga de este país una vía libre.
Cada uno desde su perspectiva ha defendido a la revolución chavista, cuando tenía un rostro más democrático por el discurso simpaticón de Chávez y la cara real que nos ha mostrado Maduro: Venezuela es para unos pocos, los que se montaron con el régimen, los pobres a sus migajas y los que se opongan sufren, los asesinamos o se van.
Ese es el mensaje que los que nos oponemos al régimen tenemos que empezar a debatir. Con los más necesitados para que sepan que se puede vivir en una Venezuela mejor, que si entre todos elegimos a los más capaces y a estos le montamos una vigilancia de perro, estaremos viendo con seguridad un país que cambia y crece.
Los venezolanos que siguen creyendo a ciegas, piénsenlo, no es tan difícil pensar por si solo. Es necesario que vosotros puedan pensar y discutir, discernir, reconocer, dialogar y no mamarse todos los días que Chávez vive – ya va a cumplir un año de muerto viejo – y la revolución sigue – no solo paró, está en caída.
Cuando juntemos el discurso, cuando los venezolanos le hagamos guarimba al mensaje de la dictadura, cuando logremos que los que trabajan en el sector publico no tengan miedo, cuando identifiquemos con nombre y apellido a los colectivos y a los militares que han asesinados a estudiantes inocentes, este régimen seguirá cayendo por su propio peso.
Venezuela ha liberado a media Latinoamérica y nadie ha venido a ayudarnos. Tal vez de nuevo liberemos a otros países que se han emborrachado en este patético socialismo que enriquece a pocos y empobrece a muchos.
Habría tocado escribir sobre los 25 años del Caracazo, pero estamos tan cerca de vivir otro, que ya tendremos tiempo de hablar de esto.