¿Quién dijo que los bebes no se enteran de nada?

Por Treintañeraconhijo
El jueves pasado cuando salía de casa me encontré con una vecina que tiene un niño que nació en Septiembre. Me contó que dentro de nada tiene que volver a trabajar porque ya se le acaba la baja maternal, las horas de lactancia y las vacaciones del año pasado y que le daba mucha pena porque iba que tener que separarse del niño durante bastantes horas al día. “Lo bueno”- me dijo - “es que son tan pequeños que los pobres ni se enteran que nos hemos ido a trabajar, lo pasamos nosotras peor que ellos”.
Pues con esta afirmación no se si estoy de acuerdo. Cuando volví al trabajo mi hijo tenía cinco meses recién cumplidos porque yo también junte baja maternal, con horas de lactancia y vacaciones que me quedaban. Como me tenía que reincorporar a últimos de Enero y mi hijo no empezaba la guardería hasta Febrero para cubrirme los tres días de Enero que no tenia guardería se vino mi madre a mi casa (mi madre vive en otra ciudad), así que dentro de lo malo, yo me fui a trabajar más tranquila que si directamente lo hubiera dejado en la guardería, eso si deseando volver cuanto antes a casa para estar con él.
Vuelvo de trabajar el primer día toda ilusionada por ver al niño después del trabajo y el niño ni me mira a la cara, pero literalmente, con cinco meses que tenía, me ponía delante de él, le decía algo para que se riera y el tío giraba la cabeza todo digno hacia el otro lado, me volvía a poner delante de él y volvía a hacer lo mismo, así una y otra vez hasta que lo tenia que dejar por imposible. En cambio, si le decían cosas su abuela o su padre se reía como si le fuera la vida en ello. Y así estuvo durante tres días, luego ya se le pasó. A mi se me saltaban las lagrimas. Mi madre y mi marido se reían pero a mi no me hacia ni pizca de gracia.
Luego comentando esto con una compañera en las muchas horas de cafés que tuve en mi vuelta al trabajo me dijo que con su hijo el mayor también le había pasado lo mismo.
Así que yo me paso cinco meses sin despegarme un momento de ti y el primer día que me voy a trabajar que te dejo unas horas solo no me quieres ni mirar a la cara, y tu padre desde que tienes quince días de vida se va todos los días desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde y le ríes todas la gracias, para que luego digan que los bebes no os enteráis de nada.