Por Julio Maier
Y sin embargo el mercado nos gobierna, sube los precios de las mercaderías y de la energía producidas en el país, convierte a nuestra moneda de cambio poco menos que en un trapo sucio y ahora, según presumo, ofrece al mismo capital argentino en venta, sin licitación previa, mediante la desvalorización de las acciones, incluso estatales, que los representan. Quizás la única solución —y a medias— sea, como el único economista a quien conseguí entenderle algo lo dijo, vivir con lo nuestro, con lo que nosotros producimos, distribuido con equidad.
Julio Maier