Los comentarios a esa entrada se centraron en los dos primeros, y se abrió un cierto debate en torno a cuál de los dos encarnaba mejor al personaje de Cristo. Alicia, Mª José y El hombre de Boston cuestionaron mi listado y afirmaron que Jim Caviezel debería estar en primer lugar. Enrique y -en el siguiente post- Manuel y otra Alicia señalaron la interpretación de Powell como la mejor.
Desde un punto de vista global, que incluya la caracterización del rostro, los gestos y los discursos (que, en el filme de Gibson, apenas tienen cabida), sigo pensando que la mejor encarnación de Cristo -y la que aún queda en la memoria de muchos- es la que vimos en el filme de Zeffirelli. Pero es cierto que la fuerza que emerge del filme de Gibson confiere una especial significación teológica a la interpretación de Caviezel.
La discusión sigue abierta. Y ahora soy yo el que os pide vuestra opinión: ¿cuál de las dos os parece mejor? ¿Y qué razones daríais a favor de uno o de otro?
El asunto no es de poca monta, porque –como os decía en aquel post- “no es éste un personaje cualquiera: es Alguien que es Dios y es Hombre, que nació en el tiempo y a la vez trasciende la eternidad. Y reflejar eso en la pantalla no sólo es cuestión de técnica o de oficio”. Espero vuestras sugerencias.