¿quien ha apagado la luna?

Publicado el 15 junio 2011 por El Tridente

Esta noche de miércoles, los cielos de Europa, África y Asia, se llenarán de un color especial gracias a un fenómeno espectacular. A las 21h de esta noche, la luna verá como la tierra se interpone entre ella y el sol, formando un eclipse lunar de algo más de una hora. Además, en esta ocasión y gracias a los amaneceres y puestas de sol en diferentes partes de nuestro planeta, provocarán que el satélite natural, se tiña de rojo.

Y si en la edad media, cuando el desconocimiento sobre los movimientos de la Tierra eran solo la ilusión de algunos pobres diablos y los eclipses tenían un significado más teológico que científico, hoy en día podemos saber más sobre estos fenómenos e incluso, como en esta ocasión, tener la hora exacta en la que se producirá.

Pero para no entrar en materia demasiado técnica, primero porque no sabría dónde buscar y segundo, porque no sabría dónde buscar, ¿qué les resultaría más enigmático o bello? ¿Saber qué se van a producir o desconocer por completo cualquier información al respecto? Porque si estamos informados de un fenómeno como éste, estaremos preparados e incluso dispuestos a verlo. Pero si nada sabemos, hará que la maravilla de la naturaleza cósmica, nos sorprenda cuando menos lo esperemos.

Además, algo que juega a nuestro favor en lo que al desconocimiento se refiere, es que nos hace sentir únicos y pensamos que lo que acabamos de ver forma parte de los designios divinos que nos han elegido para fusionar cuerpo, mente y estrellas. Imagínense como lo contaríamos al día siguiente en el trabajo: “No sabes lo que vi anoche, cómo la luna desaparecía durante una hora”. Claro que la respuesta de nuestro peor compañero de trabajo ante tal comentario sería: “Sí, pidió una hora para ir al médico porque le han dicho que está medio lunática”.

Sin embargo, si todos hemos estado asomados a la ventana y hemos visto el fenómeno, lo más probable es que ni siquiera hablemos de ello o como mucho hagamos una breve referencia al asunto con frases tipo: “¿Viste lo de anoche? Lo de la luna”. Y respuestas como: Ah sí, menudo tostón, al final no explotó nada.

Por lo que yo abogo, sin ser abogado, a que si las cosas son buenas, que sea el destino el que decida si somos afortunados de verlas o disfrutarlas, pero si son malas, que nos avisen, no sea que de repente vaya a caer en menos de un mes un meteorito que destruya la tierra y uno encima se parta la espalda trabajando los últimos 30 días de vida. Pero tristemente y como acertó a decir Albert Einstein: Tendremos el destino que hayamos merecido.

Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…