¡Quien no vote es madurista!
Encontrándonos en una de las martirizantes colas para adquirir alimentos surgió una conversación la cual, sin formar parte de ella, nos impresionó… los participantes concluyeron “quién no vote en las próximas elecciones para gobernadores es madurista” Veamos:
Aproximadamente 9 de cada 10 venezolanos rechaza al gobierno, desea uno distinto cuanto antes. Ahora bien, en otra de nuestras particularidades como venezolanos, cuando deberían estar más encendidas las protestas de calle (luego de la elección e instalación de la ilegitima ANC) es cuando más fría se encuentran. El motivo es la desazón producida ante los fallidos esfuerzos para evitarla, incluyendo sus muertes, sin embargo, no todo fue pérdida, la comunidad internacional despejó dudas acerca del rechazo y del tipo de régimen existente en Venezuela.
Sí bien es cierto “con eso no se va al mercado” es preciso comprender que una casta política 18 años frenéticamente atornillada al poder no puede sustituirse de la noche a la mañana, su principal fortaleza (casi única), los altos precios del petróleo, quedó atrás, lo que la imposibilita continuar manipulando a placer a los venezolanos a través de sus necesidades, así quedó demostrado el 6D de 2015 y el pasado 30J con los centros de votación vacíos. Desde el 2014 el régimen afronta su salida, se aferra al secuestro de las instituciones del Estado, a la represión atroz. El descontento día a día es mayor sin perspectivas de mejoría, al contrario, la ANC profundizará los errores que han sumergido al país en indignante sobrevivencia: controles, racionamientos, condicionantes, culto a los gobernantes, centralismo primitivo, entre otras no menos execrables patologías.
El voto es el arma del pueblo, somos una nación que repudia la violencia, es otro motivo del por qué el gobierno es rechazado. Lo ocurrido el 30 de julio no fue asumido como un proceso electoral, fue un acto del gobierno donde se impusieron electores, candidatos y resultados, la sed electoral del venezolano está intacta, será manifestada en las próximas elecciones regionales.
El reto es asegurar condiciones mínimas como en 2015: voto universal y directo (un venezolano un voto), candidatos opositores en los 23 estados, testigos electorales, logística, observación internacional, reglas cónsonas con la constitución vigente, con la ley de procesos electorales ¡He ahí el dilema! Muy probablemente el gobierno inhabilite figuras prominentes de la oposición, pero el gobierno podría estar haciendole un favor a la oposición al obligarla renovar sus desgastadas figuras, el voto castigo opositor no está detrás de individualidades, está detrás de la esperanza de nuevos gobernantes.
Lo peor que puede ocurrir es que el pueblo desista ir a votar, pues entregaría al país a administradores repudiados por el 90%. Sí el gobierno desea ganar con fraude (única vía) debe primero hacerlo y sumar consecuencias a su crítica condición… abstenerse es apoyar el vergonzoso proyecto de país que hoy se nos impone. Leandro Rodríguez Linárez @leandrotango “Las imagenes que salen en la portada, no son de responsabilidad del autor del escrito”
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