La verdad es que los bancos, en su mayoría extranjeros, ya cansaron a muchos de sus clientes mexicanos, en primer lugar con abusos, verdaderos “trinquetes”, como decimos popularmente, y luego con un diluvio de ofertas de crédito por teléfono y por correo, por no hablar de sus métodos de cobranza, muchas veces injustificados, que ofenden y quitan el tiempo a mucha gente ocupada.
No hay día que no llegue a nuestro celular una llamada de un banco para ofrecer créditos que no requerimos, y lo mismo ocurre en la correspondencia diaria. Sin embargo, cuando por verdadera emergencia necesitamos un crédito, vamos al banco y nos ponen infinidad de trabas, pidiendo hasta documentos históricos que ya habíamos eliminado del archivo.
Por tal razón, cuando llaman empleados bancarios para ofrecer un nuevo “servicio”, tratamos de explicarles, cuando bien les va, el motivo del rechazo, a sabiendas de que ellos no tienen la culpa de lo que pasa, sino sus directores, que obedecen consignas extranjeras, sin tomar en cuenta en lo más mínimo la forma de pensar del pueblo de México.
Consta que la Banca ha abandonado en los últimos años a las zonas más pobres del país, cerrando infinidad de sucursales, porque no le reditúan. Sin embargo, el gobierno presume cifras de combate a la pobreza, cuando sabe bien que la Banca no apoya desde hace mucho tiempo ningún programa contra la pobreza en zonas marginadas.
La disyuntiva política
Ante la sucesión presidencial del 18 se presentan por lo menos dos opciones: una que habla de lo mismo, es decir, la alianza oficial con el sistema bancario. Así se manifestó recientemente con la declaración del presidente internacional de Bancomer, institución que encabeza las quejas mexicanas, en su oposición al populismo. No pasaron 48 horas sin que el presidente Enrique Peña Nieto coincidiera con esta declaración, sin que ninguno aclarara que el populismo no sólo proviene de la izquierda, sino también, y de manera muy importante, de la derecha: Donald Trump y Mariano Rajoy son ejemplos claros de ello.
Obvio que los “tiros” del presidente de Bancomer y de Peña Nieto iban directos contra Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial más viable de la izquierda mexicana.
Serio conflicto
Para todos es sabido que el dinero huye de la inseguridad, principio fundamental del sistema capitalista, en el cual estamos inmersos, de suerte que si los capitales extranjeros ven demasiados riesgos en un país, pues simplemente se van a otro donde se consideren más seguros.
Al parecer, bancos como Bancomer, ya vieron que López Obrador no los va a favorecer como hasta la fecha lo han hecho gobiernos del PAN-PRI, por lo cual quieren obstruirle el camino a como dé lugar. Sin embargo, en esto pueden no coincidir importantes sectores de la población mexicana que han sufrido abusos de la Banca.
Es importante considerar esto: Los bancos tienen que generar utilidades, claro está, pero sin abusar de la gente y menos de la más necesitada.
Artículo publicado por el semanario Conciencia Pública en su edición del domingo 22 de octubre de 2017.