Hola, preciosas!!!! la última vez hablamos acerca de recordar quienes somos, hoy, avanzando, quería proponerles otra pregunta.. ¿Quien quiero ser?… y se preguntarán, pero, ¿como quien quiero ser si ya sé quien soy?, las entiendo, lo que sucede es una simple evolución (justamente para lo que venimos a este mundo), una vez, que yo recordé quien soy, una vez que desperté y sé que soy un alma completa, maravillosa, una vez que sé que mi naturaleza no es corporal ni mental sino total y plenamente espiritual viene automáticamente la siguiente pregunta y ahora ¿quien quiero ser?, ¿que deseo hacer? ¿ que proposito tengo en mi vida? ¿a donde quiero llegar? o mas simple todavía, ¿cuál es mi plan?.
Las personas que despiertan espiritualmente tienen algunas características:
1.- entienden que Dios está dentro de uno, que somos parte de él y así como somos parte de su maravillosa creación, Él, a su vez, es parte de todo, el aire, los animales, los alimentos vivos, etc, etc. por lo tanto, todo es parte de nosotros y todos somos uno.
2.- ves la luz en todas las personas, dejas de verlas exteriormente, comienzas a ver la belleza que hay en todas, porque entiendes que son parte de Dios, por lo tanto, son parte tuya, se podría decir, un reflejo. Lo cual hace automáticamente que las personas te muestren su lado bello, porque saben, entienden que eso es lo que tu ves, por lo tanto, las personas tienden a abrirse más contigo, a sentir esa luz, que dicen ellos y a mostrar la suya propia.
3.- dejas de vivir en el pasado y en el futuro, comienzas a entender la maravilla del ahora, del momento presente y entiendes que todo es una ilusión, que no existe nada más que esto.
4.- te vuelves mucho más sensible, muchas personas espirituales son vegetarianas o veganas o al menos ingieren carnes muy esporádicamente y entendiendo el respeto hacia ese ser.
5.- vives en el agradecimiento continuo, entiendes, que todo lo que sucede en la vida al igual que todas las relaciones personales, no son parte de la casualidad, si bien es cierto que contamos con el libre albedrío, sabes que hasta lo que se podría considerar un problema o mala suerte, no lo es, al contrario, son oportunidades para crecer espiritualmente, por lo tanto, las bendices y las agradeces.
6.- tu perspectiva de la vida cambia, dejas de juzgar o criticar, pero, sin mostrar tu punto de vista si piensas que algo no es correcto, aunque siempre con asertividad y gentileza, nunca con el fin de ofender o hacer daño a alguien.
7.- meditas, todo el tiempo, oras, agradeces y meditas, para poder estar siempre conectada con tu parte espiritual, porque recordaste que eso eres.
8.- comienzas a tener una conversación mas directa con Dios, tu ángel, guías, seres espirituales, ya que estás mas conectada con ellos, en realidad, siempre lo estuviste, sino con la bulla de tu mente no lo escuchabas.
9.- te vuelves totalmente consciente de tus pensamientos, palabras y actos, entiendes la fuerza creadora que tienen estos, y entiendes que todo lo que sucede es en base a la relación causa-efecto o karma como tambien se define, entiendes que todo lo que te sucede es una relación directa de esto y que tus pensamientos, palabras y actos son las que crean tu existencia.
10.- te vuelves mucho más intuitivo, sientes la energía de las personas y te es imposible mentir.
Éstas claro, son algunas de las características, a las cuales, todos llegaremos, tarde o temprano, a despertar de nuestro sueño y recordar quienes somos realmente. Una vez que lo hagamos, pasaremos a la siguiente pregunta, y ahora, ¿que persona quiero ser? ya que tu perspectiva de la vida cambiará drasticamente, al igual que tu propósito, tu plan de vida antiguo, las metas que tenias, todo cambiará, porque entenderás el real significado de las cosas, las metas materiales, de posición, etc. son las que menos te interesarán, porque entenderás que esas no son las reales, simplemente porque despertaste de la ilusión, despertaste del sueño..
Las quiero mucho y me cuentan de algunas características más que se me hayan podido pasar,
muchos besos y muchísima luz desde el fondo de mi corazón,