El pacto anti terrorismo islamista firmado por Pedro Sánchez y Mariano Rajoy la pasada tarde ha dejado muchos más detalles extraños de los que en un principio podría parecer al firmar un pacto así.
En primer lugar el propio nombre del pacto, pacto anti terrorismo islamista, debe ser que el muerto por terrorismo islamista es peor que los muertos por otro tipo de terrorismo, o quizás sea que ahora esté más de moda. Que un país que ha sufrido el terrorismo, como ha pasado en España, haya distingos en pactos anti terroristas suena no sólo ridículo, suena a tendencia o a moda, suena absurdo e indignante pensando, sobre todo, en la cantidad de terroristas que han sido excarcelados en nuestro país en los últimos tiempos.
En segundo lugar la actitud del PSOE y de su responsable, Pedro Sánchez, ante la firma del pacto. No soy ningún adivino pero me atrevo a predecir que el PSOE incumplirá y rechazará formalmente ese pacto en el primer momento que tenga oportunidad. Tanto la reacción del partido, como de su responsable, como de sus simpatizantes así lo evidencia. No se puede firmar un pacto y acto seguido pedir disculpas por ello y dar explicaciones. ¿Explicaciones por qué? ¿Por haber alcanzado un pacto con el Partido Popular? ¿Por ser un pacto anti terrorista? O por algo que a mi me parece mucho más grave, ¿por dejar entrever la posibilidad de admitir una cadena perpetua revisable?
Este último sería el tercer punto, la cadena perpetua. Después de la aparición de la noticia de ese pacto leí un twit que me llamó mucho la atención, el twit decía algo así: “Pedro Sánchez por la mañana dice que es de izquierdas y por la tarde firma un pacto en el que admite la cadena perpetua.” ¿Por qué a la izquierda le cuesta tanto admitir la cadena perpetua de un delincuente y le cuesta tan poco admitir otras cosas ciertamente más extrañas? Pues para mi es algo evidente, viven en la eterna hipocresía y en la eterna contradicción. Presumen de solidaridad pero son absolutamente insolidarios, excepto cuando el delito les afecta a ellos, cuando el delito les afecta a ellos entonces ponen el grito en el cielo y exigen un castigo para el delincuente que no exigen cuando el delito no les afecta de una forma directa.
No tengo intención de generalizar, pero este hecho sucede con la mayor parte de la izquierda. El desprecio y cachondeo del que están haciendo gala en contra de las víctimas del terrorismo está siendo capitaneado por la mayor parte de la izquierda y más cuanto más extrema izquierda sea. Ahora se pasan el día hablando de derechos humanos de los asesinos y se olvidan de los derechos de sus víctimas, principalmente por una razón, porque ellos no creen que vayan a estar ninguno de ellos entre ellas nunca. Como los accidentes de tráfico, piensan que nunca les pasará a ellos.
Pero hay una fácil trampa que se le puede poner a la izquierda con la cadena perpetua, ¿que les parecería a ellos que la cadena perpetua pudiera afectar a Bárcenas o a los responsables de la trama Gurtel?
Seguro que ahí la respuesta cambiaría.