Cuando estos pueblos interaccionaron con otros, surgió el concepto genérico celtíbero.
A partir del 600 a. C., se expandieron y "celtiberizaron" buena parte de la Hispania céltica, hasta que fueron frenados por las legiones y absorbidos por la romanización.
De este modo, podemos hablar de vacceos, carpetanos, arévacos... cuyo área de influencia correspondía con las actuales Numancia, La Rioja, Guadalajara, Soria y parte de Burgos, siendo retratados por Ptolomeo, Valerio Marcial o el propio Estrabón de Amasia.
De la lengua celtibérica se conservan unas doscientas inscripciones encontradas por todo el valle del Ebro, con claro parecido a las posteriores célticas de la Galia, actual Francia.
Fuente: - "Historia de Iberia Vieja, número 107".