Es tal el sectarismo e integrismo del obispo católico de Córdoba que se le ha ocurrido sustituir el nombre de Mezquita de Córdoba por el de Catedral de Córdoba.
No tengo constancia de que esta petición sea secundada por la cúspide de la iglesia Católica pero me temo que el tal Demetrio Fernández no se hubiera atrevido de no tener el visto bueno de Rouco y Cía.
Da la impresión de que cuando las aguas están en calma, tiene que salir un patriarca a enredar y soltar la primera parida que provoque conflicto y tensión. Encima, el ínclito obispo dice que lo hace para no confundir al visitante –cuando lo que busca el visitante es la famosa Mezquita de Córdoba-- y en honor a la Memoria Histórica. Lástima que tenga una memoria tan selectiva y falsa. Se podía acordar de que su Santa Iglesia se ha encargado sólo de dignificar a los "caídos” de un bando en la guerra Civil, justo a los rebeldes y de ignorar, cuando no fustigar, a los que defendían el orden democrático constitucional.
Pero claro, eso está demasiado cerca en el tiempo, es mejor acordarse de cuando se reconquistó Córdoba y se hizo templo de uso cristiano a la Mezquita, hace ochocientos años.
Tampoco parece importarle que la Mezquita, como tal, responda a una edificación de arte árabe, y que sea conocida en todo el mundo, y reconocida por la UNESCO y demás instituciones culturales como tal.
La verdad es que sólo la ignorancia puede llevar a tales desmanes. Y levantar una polémica tan estéril como provocadora. A la estupidez de Aznar de quejarse porque los musulmanes no han pedido perdón todavía, por conquistar España en el siglo VIII, a la que se suma la de Al Qaeda con la constante declaración de reivindicación de Al-Andalus, ahora tenemos que aguantar que este tipejo insulte nuestra inteligencia y dé pábulo para que el mundo islámico se vuelva hacia nosotros.
¿Qué daño le hace a este buen señor que la iglesia se llama Mezquita? ¿Acaso no es un edificio árabe? ¿Cuántas iglesias, catedrales y basílicas católicas habría que cuestionar por estar construidas sobre templos de otras religiones? ¿Quizá no le dejan utilizarlo para sus ritos católicos? ¿Es que no paga el mantenimiento de esta mezquita el Estado español, a pesar de pertenecer a la Diócesis? ¿Qué pretende este tipo? ¿Es que no hay nadie en la Iglesia que evite estas estupideces y le haga callar?
Sin duda se trata de un caso patológico que no conduce sino a la sinrazón y probablemente al conflicto. Debe buscar una provocación interesada. Hacerse notar y probablemente romper la convivencia.
Esperemos que ni tirios ni troyanos entren a discutir tal tema. La Mezquita de Córdoba es un templo árabe, construido por árabes, reconocido como tal. Aunque estos sectarios de la cúspide de la Iglesia Católica quieran apropiarse de todo y pretendan que el mundo sea suyo, la realidad dice que cada vez tiene menos seguidores. Y que por mucho patrimonio que tengan y se quieran adjudicar, su influencia social cada vez es menor. Y no se enteran.
Salud y República