La policía que investiga casos de homicidios y desapariciones afirma que sería muy útil disponer de un fichero genético de millones de españoles.
Los avances científicos revelan que el ADN es la forma más eficaz para identificar a un individuo gracias a la información genética que contiene. Por este motivo, se han lanzado varias propuestas para incorporar al DNI la ficha del ADN de cada ciudadano.
El Ministerio de Interior de España cuenta con un banco de datos con la huella genética de 183.000 sospechosos de estar implicados en algún delito violento, pero de momento el Gobierno no tiene pensado ampliar este fichero al resto de ciudadanos civiles libres de sospechas. El motivo principal de esta negativa es la polémica que existe sobre el derecho a la intimidad, ya que muchos expertos lo consideran excesivo e innecesario y requiere una justificación muy precisa.
Artemi Rallo, director de la Agencia Española de Protección de Datos, afirma que hay que legitimar la finalidad concreta a qué está dirigida esta recopilación de información y aclarar si se haría solamente para quienes quisieran hacerlo voluntariamente o se impondría por obligación a todos los españoles.
La otra cara de la moneda se encuentra en los policías que investigan homicidios y desapariciones, que afirman que la incorporación del ADN al DNI les facilitaría el trabajo y resolvería la identificación de más de 2.000 cadáveres sin nombre que reposan en cámaras frigoríficas o que han sido enterrados de forma anónima.
José Antonio Martín Pallín, magistrado del Tribunal Supremo y miembro del Comité de Bioética de España, afirma que “si se hace una campaña en positivo, es probable que hubiesen muchos voluntarios. Otra cuestión a resolver es si sería rentable montar un sistema público tan costoso si solo sirve para el 10% o el 15% de los ciudadanos”.