El máximo responsable de esa organización, Hans-Michael Klein, aseguró en una entrevista a la BBC que sólo este año han recibido al menos medio centenar de correos electrónicos de personas preocupadas por el espinoso asunto.
En América Latina es normal besar cada día a los compañeros al llegar al trabajo y es casi imposible imaginar una conversación donde no existan toquecitos en la espalda, en el brazo y otros tipos de contacto físico, pero cuidado si el que tiene enfrente es un alemán. El mero hecho de saludar con un beso en la mejilla es algo que incomoda, y mucho, en Alemania. Por eso, la sociedad Knigge Society, que asesora sobre etiqueta, pidió que los besos sean prohibidos en los centros de trabajo.
El máximo responsable de esa organización, Hans-Michael Klein, aseguró en una entrevista a la BBC que sólo este año han recibido al menos medio centenar de correos electrónicos de personas preocupadas por el espinoso asunto.
El máximo responsable de esa organización, Hans-Michael Klein, aseguró en una entrevista a la BBC que sólo este año han recibido al menos medio centenar de correos electrónicos de personas preocupadas por el espinoso asunto.