Hace casi 20 años descubrí mi gran pasión televisiva. Llegaba a España la primera edición del reality por excelencia: Gran Hermano.
Recuerdo cuando, antes de emitirse, me comentaron que se estaba gestando un programa nuevo y buscaban gente para permanecer encerrados en una casa, con cámaras grabando las 24 horas del día durante unos meses.
Claro, dicho así y sin haber visto nada parecido antes, en mi mente se creó una imagen lúgubre “personas con look carcelario y deambulando por un pequeño habitáculo, muertos de aburrimiento y haciendo caca delante de todo el país”… Al estilo peli apocalíptica sobre un búnquer de supervivencia. Cuál fue mi sorpresa cuando descubrí, tras el primer programa, que era una casa más bien grande, con jardín, colores… Los concursantes eran divertidos y además se criticaban unos a otros (cosa que le daba un extra de entretenimiento cuando salían expulsados y una grandísima Mercedes Milá les mostraba los vídeos en plató), había pruebas con las que se jugaban el presupuesto semanal para comida y los que editaban los vídeos tuvieron la deferencia hacia el espectador de no mostrar a los concursantes en sus momentos más íntimos en el wc. En fin, que me enganché como una loca al formato GH. Y no solo yo; por esa época vivía en el Colegio Mayor y los 86 que éramos nos reuníamos en la sala de la tele cada semana la noche de la gala y no despegábamos los ojos de la pantalla hasta que finalizaba.
Hay que reconocer, que Gran Hermano te puede gustar más o menos, pero que para la época fue un antes y un después en lo que a entretenimiento televisivo se refiere, y eso bien merece una palmadita en la espalda a John de Mol, su creador.
Tras 15 ediciones de GH “normal”, 3 de GH “VIP”, GH “El reencuentro” y otros realities que han ido emitiendo a lo largo de los años desde entonces: “La casa de tu vida”, “Supervivientes”, “Hotel Glam” (bueno, este último lo dejo aparte por “raruno” de más)… y después de analizar concienzudamente el perfil psicológico y las estrategias llevadas a cabo por cada ganador, he descubierto las claves que te asegurarán ganar Gran Hermano en la próxima edición. Así que lee con atención, futuro ganador de GH 16:
ESTRATEGIA “Be cool”
ESTRATEGIA “Los vigilantes de la playa”
Si en GH16 hay animales, tira disimuladamente una gallina a la piscina y lánzate corriendo a hacerle el boca a boca. A Sabrina (GH2) la audiencia la premió con el codiciado maletín.
ESTRATEGIA “Muero de amor”
ESTRATEGIA “Han solo”
1) A los telespectadores no se nos gana por ser más limpio que Mister Proper, sino por lo bien que nos caigas o la pena que despiertes en nuestras conciencias.
2) Piensa que el formato GH está basado en el voto de castigo. Los telespectadores votamos para expulsar y ¿a quién mejor que al matón de turno que abusa constantemente del “pobre inocente”?
Esta estrategia les vino de perlas tanto a Juanjo (GH 6), como a Pepe Herrero (GH 7) y a Iván Madrazo (GH 10).
ESTRATEGIA “Not chicha, not lemonade”
Un caso excepcional…
Nadie daba un duro por ella. Pero esta concursante, que como única estrategia llevó su frikismo por bandera y contra todo pronóstico, consiguió llevarse los 50 kilos al bolsillo. Es el caso de Nuria, más conocida como “Fresita” (GH 5).
Sí, cada vez que abría la boca subía el pan y te daban ganas de darle una paliza a la pantalla del televisor. Pero ganó. Y su victoria se ha registrado en los anales de la historia como uno de los grandes misterios de la vida… junto a la Física Cuántica y Georgie Dann.
Como veis, estudiar Psicología sirve de mucho…
Así que si estás pensando en presentarte al casting y quieres ganar Gran Hermano 16 adopta una de estas estrategias y tendrás más posibilidades de éxito. No lo digo yo, lo dice la audiencia, que es soberana.