¿Quieres mejorar el valor que aportas como profesional al cliente interno?

Por Óscar Gracia Oliván

Acaba en año. Si nos deja el fin del Mundo del 21 de diciembre, la lotería de navidad del 22 o alguna huelga sin fecha prevista, seguramente el 2013 será un año en el que todos y todas nos tendremos que espabilar y bien. Es momento de ponerse las pilas y de evolucionar nuestra manera de entender el concepto de servicio a los demás dentro de la empresa. Sin duda, mejorarlo redundará en nuestro beneficio como profesionales, en el de las personas que nos rodean y por extensión, en el cliente externo y al final, en el resultado de la empresa.

No se trata tanto de hacer “el enésimo curso” , ni de realizar una sesuda evaluación del desempeño sino de realizar un ejercicio de reflexión basiquísimo. Simplemente pensar (más de 1 segundo, pero menos de 1 hora) sobre si realmente aportamos valor a los demás.

Es obvio que, como persona  o como líder en la organización, en cualquier de los ámbitos en los que trabajes (un departamento, área, oficina, tienda, delegación….) aportas un valor que es percibido por tus clientes internos. Dale una pensada a esta preguntas para que el 2013 puedas mejorarlo.

¿aportas valor a tus compañeros, a tu equipo?

  • ¿En qué grado trabajar contigo es más cómodo que con otros? ¿pones las cosas fáciles?
  • ¿Respondes a lo que se espera de ti? ¿Si no están contento con tu servicio, “devuelves el dinero”?
  • ¿Cuánto tiempo es necesario invertir contigo para alcanzar un resultado?
  •  ¿En qué eres distinto a otros compañeros? Si tu cliente interno pudiera “comprar” tus servicios, ¿lo haría?
  • ¿Cuál es tu imagen de marca en la empresa? ¿En el verano eres una Coca-Cola o un polvorón?
  • Desde el punto de vista emocional, ¿es fácil trabajar contigo en plano personal?
  • De vez en cuando, ¿sorprendes (positivamente, claro) con alguna facilidad no prevista?

Una última reflexión. Queramos o no, la precepción sobre el valor que aportamos está ahí, nuestros compañeros la tienen y “obviarla” implica degradarla. Hagamos caso a la sugerencia: pensemos

Es tan fácil como preguntar-comprender-mejorar