¿Quieres ser blogger o YouTuber? Lee.

Por Paula Castro @PaulaCupcakes
Para ser honestos, yo abrí este blog en el año 2010. Era un blog de textos literarios, pues esa era mi gran pasión. No obstante, el blog comenzó a ser lo que es hoy en día a partir de 2014, momento en el que decidí que quería reconvertirlo en un rincón de lifestyle.
Ya en aquel año los blogs clásicos estaban condenados al fracaso en pro de otras plataformas más innovadoras como YouTube o Instagram. La audiencia dejó de leer para consumir contenidos audiovisuales cortos más estimulantes (esto es, que generan más estímulos visuales y auditivos). A pesar de eso, desde aquel momento hasta hoy he recibido miles de preguntas sobre el éxito en el mundo blogger o si merece la pena hoy en día abrirse uno.
Yo no soy ejemplo del "éxito blogger", pues este es un rinconcito personal más bien modesto, pero llevo años en esto y tengo cierta experiencia en la materia. No os puedo dar esos consejos del estilo "Esto Es Lo Que Tienes Que Hacer Para Ganar Dinero Con Tu Blog/Canal", aunque os aviso de que son un fraude busca-clicks, pero sí os puedo orientar en este maravilloso mundo de Internet, falsos influencers y si merece o no la pena abrir un blog ahora mismo.
Hoy os voy a dar algunos tips y consejos para aquellos que duden de abrirse una cuenta. Si de verdad has venido aquí porque quieres ser blogger o youtuber, lee atentamente.

La primera pregunta que puede venirte a la mente al leerme es "¿cómo puedes hablarme de YouTube si no tienes canal?". Y eso es verdad, aún no lo tengo, pero créeme que los consejos que te voy a dar en esta entrada los puedes aplicar a casi cualquier plataforma.
Cuando yo empecé con el blog tal y como lo conocéis hoy en día, había ya varios bloggers bastante conocidos que vivían de su blog y trabajaban en ello full time. Lovely Pepa, Dulceida, Mi armario en ruinas, Trendy life... Bastantes, a decir verdad, y en muy diferentes sectores: DIY, repostería, decoración, moda, tecnología... Vamos, que los blogs estaban en alza y parecían una mina de oro.
Pero, como ya habréis escuchado, no es oro todo lo que reluce. En ese momento, y pese a que ya estaban en decadencia por lo que os he explicado antes, PARECÍA que te abrías un blog y al mes estabas recibiendo ingresos interesantes y viviendo de tu hobby. Creo que no hace falta que os cuente que no es cierto.
Hoy quiero explicaros las razones de por qué no es así y daros algunas pistas para que entendáis cómo habría que actuar para alcanzar ese éxito del que tanto se habla. Insisto: la plataforma da igual, pues se aplica para casi todas ellas.
1- Ahora compites contra los mejores
Este es el mejor consejo que me dio uno de los CEO de una agencia de YouTubers española en la universidad. Hace 10 años, cuando uno de los actuales influencers se abrió su cuenta, podía subir fotos de su outfit hechas con una cámara cutre, posando en frente de un McDonalds y con un texto mal escrito. Es lógico, no tenía ni idea de edición, de fotografía, de HTML... Y el resultado era bueno porque todos los perfiles eran más o menos así y el público no esperaba nada mejor. Juzgaban su outfit a secas y les parecía divertido.
Los años van pasando y ese influencer va aprendiendo trucos, inspirándose en otras personas que también van aprendiendo, investigando para mejorar, invirtiendo en su espacio... Y eso desemboca en buenas fotos, buen equipo, buen diseño web o mejores outfits que mostrar. Y así hasta alcanzar un resultado profesional que nada envidia a las revistas de moda.
Y ahora tú entras en escena con tu cámara cutre y tu vestido de Zara. Y ya no estás compitiendo contra imágenes similares, sino contra publicaciones que podrían ser del nivel de Vogue y que quizá tengan más de una persona detrás. 
Esto quiere decir que la audiencia no va a mirarte a ti porque es un contenido de baja calidad y están acostumbrados a ver algo muchísimo mejor. Por lo tanto, si quieres entrar en ese juego ya tienes que hacerlo con unos conocimientos y un equipo que no tienes. Esas personas que están en lo más alto empezaron sin tener ni idea, pero han tenido un crecimiento orgánico y años de inversión y mejora. Tú no.
No puedes pretender ganar dinero con ese planteamiento, de forma que una hamburguesería de barrio no llegará a hacer competencia a Burger King.
2- Inversión
Esto nos lleva a: dinero. 
El primer vídeo de Ratolina, por ejemplo, estaría probablemente grabado con un móvil. Eso entonces daba igual, pues nadie de a pie contaba con un equipo de grabación profesional. Ahora tienes que tenerlo si quieres ser alguien. Que sí, que puedes hacer vídeos con un móvil y que estén geniales gracias a las nuevas tecnologías, pero vamos a ser honestos, no van a alcanzar la calidad que los espectadores esperan hoy en día.
Comienza a sumar: compra una buena cámara, compra iluminación, compra aquello sobre lo que vas a generar contenido (ropa, maquillaje, videojuegos, cocina...), compra una plantilla de blog o intro para vídeo, compra un programa de edición de foto o vídeo, etc.
En resumen, que puedes empezar con 0€, pero no esperes grandes resultados por la razón que acabo de explicar.
Al final, este punto es la pescadilla que se muerde la cola. No consigues seguidores, luego no consigues ingresos, luego no puedes invertir con esos beneficios, luego no mejoras la calidad, luego no puedes competir contra lo que hay, luego no consigues seguidores, luego...
3- Engagement
Me da igual que tengas un millón de seguidores, eso ya no vale nada. Lo que necesitas es generar engagement. Engagement en inglés significa compromiso. Para que me entendáis: lo valioso es tener seguidores fieles, no un alto número de ellos. No importa si tienes 300K en Instagram si luego solo 5 de ellos se compran la camiseta que publicitas. 
Mi blogger favorita explicó una vez que lo más importante en el terreno de los seguidores es que te sigan precisamente A TI, no a tu cuenta. En otras palabras, que le hayan dado a seguir porque eres tú y no otro. Que si, por la razón que sea, se borra del mapa tu cuenta de Instagram sean capaces de A) buscarte en otra plataforma, B) enterarse de que has creado otra porque también te siguen en Twitter o C) comenzarte a seguir en otra que crees. Y esto se traduce en que si empiezas de cero en otra cuenta no tengas solo 100 seguidores, sino todos los que tenías antes.
A las marcas ya no les interesan los números porque saben que son engañosos. Es más, hoy en día los puedes comprar super baratos. A las marcas les interesan las personas que sean capaces de convencer, de guiar y de influenciar de verdad.
Cuando nos creamos una cuenta, conseguir un número decente de seguidores nos parece un mundo, pero cuando llegas ahí te das cuenta de que no tiene ninguna validez si nadie de esas personas se preocupa realmente de lo que transmites.
Repito: más valen 5 seguidores reales que 100 fantasmas.
4- En el mar hay demasiados peces
Antes no todo el mundo tenía un blog o un canal de YouTube. Es más, eras el rarito y podía ser objeto de bullying en el instituto. Ahora la cosa ha cambiado. Tener uno está de moda y encima puedes forrarte. ¿Quién no quiere vivir de lo que le gusta?
Si antes solo tenías 5 personas que podían considerarse competencia (entonces no se consideraba porque no era negocio, pero ya me entendéis), ahora tienes 15 por lo menos. Es medianamente fácil que alguien se fije en ti si casi solo existes tú, pero ahora es mucho más complicado. Si bien es cierto que hay millones de personas con conexión a Internet y hay hueco para casi todos, en la cima no caben tantos.
Y esto no tiene nada que ver contigo o con tu talento, solo son números. Pero hay que tenerlo en cuenta, especialmente si buscas resultados.
Para luchar contra esto es necesario destacar siendo tú mismo y haciendo cosas diferentes. O, al menos, esa es la teoría, que luego en la práctica te das cuenta de que parece que la gente sigue a la misma cuenta 50 veces (vaya, que todos hacen lo mismito y ya no sabes quién es Pepi y quién Pepita). Si te especializas lo suficiente y encuentras un nicho vacío (a ser posible un nicho con gente interesada, no como el mío que somos 4 gatos) puedes tener éxito, aunque no es nada asegurado.
5- El dichoso logaritmo
Hablar de números me lleva a este tema. Y es que las diferentes plataformas tienen que dar con una fórmula que te muestre exactamente lo que quieres ver. Eso está medianamente bien para el espectador, pero invisibiliza a muchos creadores, más si son nuevos.
De nuevo, esto tiene poco que ver con tu talento, pero es lo que hay. Muchos de nosotros hemos visto descender nuestras visitas de la noche a la mañana debido al logaritmo. En nuestra cuenta nada había cambiado, pero sí en la manera en que esta se abría al mundo. Yo he perdido una media de 50 likes por foto en IG incluso habiendo ganado followers, para que os hagáis una idea.
Para controlar el logaritmo hay que estudiarlo bien. A mí me da mucha pereza, lo admito, pero lo responsable sería eso. Creo que lo único útil que os puedo aportar es que el logaritmo actual premia la interacción. Que recibas comentarios, que la gente conteste a tus stories, que hables con otros creadores... Los likes han quedado como algo anecdótico y mi mejor consejo es que olvidéis el número de likes y os pongáis manos a la obra con las relaciones sociales. Si el logaritmo nota que les interesas a tus seguidores (interesar de verdad, no dar un like vago sin casi mirar la foto), te premiará con una mayor visibilidad ante ellos.
6- Es muy difícil vivir de ello
Visto desde fuera, cuando sigues a una persona que te cuenta cómo fue su ascenso en el mundo influencer, parece que no es tan complicado. Si esa persona puede hacerlo, tú también, porque ¿qué tiene esa persona que no tengas tú?
Pero no, no es así, no es nada fácil y menos si empiezas ahora. El 80% de los canales que hoy son famosetes se abrieron mínimo hace 3 años. Que sí, que te puedes hacer viral desde el minuto 1, es cierto y lo hemos visto, pero eso son casos excepcionales en los que se dan determinadas circunstancias. Mi consejo es que no te crees un blog con expectativas. Olvídate.
Claro que puedes triunfar, por supuesto que sí. Nadie pone eso en duda. Pero no es un camino de rosas en el que te empiecen a regalar ropa al siguiente mes de abrir tu cuenta. Y todavía que te hagan regalos es fácil, ya que a las marcas no les supone mucha inversión y a cambio reciben visibilidad en buscadores, pero eso de que te paguen ya es otra historia.
Así que si decides hacerlo que sea porque de verdad es tu hobby y quieres compartir tu contenido con el mundo de forma altruista.

Si quieres hacerlo, hazlo

Sé que estabais deseando llegar a este punto en el que os doy mis bendiciones para hacer realidad vuestra idea. Y es que este es un mundo libre, siempre vais a tener hueco en Internet. Eso es un hecho. Y yo siempre digo que si quieres hacerlo, hazlo, pero es importante saber la letra pequeña. En resumen:
Si vas a hacerlo, hazlo con (y por) pasión, pero no lo hagas buscando resultados. 

- Dedícale tiempo
Al igual que haces con el resto de tus hobbies, esto necesita que le dediques tiempo para hacer del resultado algo por lo que sentirte orgulloso. Cuando dejas de mirar las cifras y miras tus resultados y eso te gusta y te hace sonreír, es que has conseguido tu propósito. Eso es felicidad.
- Mima tu contenido y su apariencia
No publiques por publicar y no publiques cualquier cosa solo por tener algo que compartir. Muestra que esto te gusta y que hay una pasión detrás de todo lo que sacas. Del mismo modo, haz que todo sea tan bonito como te lo hayas imaginado.
La gente de verdad aprecia que hagas esto. Al principio serán horas de inversión en las que no recibirás el feedback que buscabas, pero créeme que valdrá la pena cuando vayas encontrando a tus lectores y a ellos les guste tu trabajo.

- Cuida de tu audiencia 
Yo he pecado de esto, así que sé de lo que te hablo. Yo al principio pensaba que tú hacías tu contenido y la gente te encontraba, lo leía y le daba a 'me gusta' sin hacer tú nada más. Pero no, no es así. No vayas de estrella. Habla con tu comunidad, muestra interés por sus proyectos, comparte también sus cosas... En definitiva, crea relaciones duraderas basadas en el respeto y la admiración mutuas. 
Hoy en día esto es lo más importante y lo más valioso que vas a tener. No os vais a hacer famosos, así que por lo menos sed generosos y colaborativos con los demás, porque créeme que la amistad generada a través de estos canales es un auténtico tesoro que te va a sacar una sonrisa aún cuando lo veas todo negro.
- NO COPIES
Esto es algo que me saca de mis casillas. Al principio lo pasaba por alto, pero cada vez me repatea más. No puedo insistir lo suficiente en que SEAS ORIGINAL, no hagas publicaciones basadas en las de otros*, NO ROBES IDEAS NI IMÁGENES (sin su consentimiento). Hay una línea muy fina entre la inspiración y la admiración por el trabajo de otra personal y literalmente coger sus ideas/fotos y apropiártelas de manera que tu audiencia pueda pensar que son cosa tuya.
Creedme cuando os digo que lo veo mucho. Y esto va desde copiar un estilismo a copiar un logo, imitar poses, coger los mismos efectos, emular las fotos o vídeos, e incluso directamente coger sus imágenes y subirlas por tu cuenta sin pedir permiso (que por mucho que le nombres no es lo mismo).
Sé que todos tenemos ídolos o personas que nos animaron a abrir nuestra propia cuenta. En mi caso fue Carly, no me escondo. Pero asume que no eres esa persona y nunca lo serás, porque tú eres tú y eso es lo que tienes que compartir.
*cuando digo esto no me refiero a hacer un homenaje de algo puntual, que eso siempre es bienvenido, sino a intentar imitar sistemáticamente el estilo de otro creador porque te gusta y te gustaría ser como esa persona.