Pese a la época de crisis, a nadie le amarga un dulce, y todos los centros sanitarios quieren ser top en su categoría, en su nivel, en su división. Y jugar la Champions de la sanidad, y ganar algún trofeo (como bien señalan los amigos de Pediatría Basada en Pruebas en este reciente post). Para ello, lo habitual es comparar medidas relacionadas fundamentalmente con indicadores asistenciales (demora, GRD, estancia media, etc), de seguridad del paciente y de coste.
Sin embargo, ¿hay algo más detrás de esos hospitales casi perfectos? ¿Son calificados como top exclusivamente por sus resultados asistenciales? ¿No hay nada más? Sobre este tema tan apasionante ya hemos hablado en el blog en diversas ocasiones, como aquí (sobre los TOP 20), aquí (sobre el informe OCU) o aquí (con algunas dudas sobre la metodología del TOP 20).
CHKS es una entidad privada inglesa que se dedica a medir, comparar y premiar a los mejores hospitales. Y ha editado recientemente una serie de informes acerca de lo que realmente diferencia un hospital de otro. Lo ha dividido en cinco grandes bloques: calidad y cambio, seguridad, liderazgo, cultura organizacional e influencia externa. En los tres primeros casos han editado un informe que incluye los factores que, a priori, diferencian los hospitales de éxito del resto.Recordando lo que dice uno de nuestros artículos favoritos "What Distinguishes Top-Performing Hospitals in Acute Myocardial Infarction Mortality Rates? A Qualitative Study", la diferencia entre un hospital con mejores tasas en el tratamiento de infarto agudo de miocardio no fue la tecnología ni las guías, sino una cultura organizacional potente que consiguió mejorar el proceso a lo largo de todas las unidades. Pero, ¿qué es un hospital de éxito? ¿que quiere el paciente? ¿el mejor trato? ¿menor mortalidad? ¿los mejores profesionales?