La necesidad de sentirse importantes y útiles lleva a muchos emprendedores y empresarios a que desarrollen sus ideas de negocio poniéndose como punto de referencia sobre el que giran todas las actividades. Si este no es tu caso, te felicito por conseguir lo que pocos logran.
Si por el contrario eres de aquellos emprendedores y empresarios sin los que el negocio se pararía por completo te interesa leer con atención este post.
Siempre digo que una de las claves de la vida es ganarle tiempo al tiempo. ¿Qué significa esto? Significa entender que solo tenemos una vida, los días pasan y no se recuperan, vivir con la esperanza de que algún día podamos vivir las experiencias que queremos se convierte en un deseo frustrante ya que pasan los años y parece que ese momento nunca llegara.
Cuanto mas sistematizado tengas tu negocio mas tiempo tendrás disponible para poder vivir cada día con una sensación de libertad y equilibrio. Si el negocio no depende de ti, ambos seréis libres. Mas concretamente, y si nos ponemos un poco dramáticos, si por lo que sea tuvieses algún tipo de limitación física que te impida poder trabajar, saber que tu negocio puede seguir en funcionamiento a pleno rendimiento te proporciona confianza, seguridad y satisfacción.
No he experimentando nunca estar encerrado en una prisión, pero estoy seguro que la sensación real de no poder hacer lo que quieres tiene que ser horrible. No obstante, debe ser algo parecido a ser esclavo de tu negocio, ¿te has sentido alguna vez como estar en una celda donde tienes que pasar día tras día? Es dentro de ese escenario cuando aparecen los deseos y visiones de escape, aunque no son más que engaños de nuestro ego para mantenernos inmóviles.
Seamos honestos, si pudieses elegir, seguro que te encantaría poder pasarte como mucho un par de días a la semana por tu empresa o negocio para ver como está funcionando con una emoción de satisfacción y felicidad inexplicables. Tener tiempo para lo que quieras sabiendo que tu fuente de ingresos funciona como un reloj suizo te puede proporcionar que vivas la vida que realmente quieres vivir. Desconozco cuáles son tus hobbies, aficiones o de qué manera experimentas la alegría de la vida en compañía de los tuyos, sea como sea, ser un esclavo de tu propio negocio no resulta tan liberador.
Y aquí entra la necesidad que tenemos todas las personas de sentirnos útiles. Quizás me digas que alejarte de tu negocio para que lo lleven otras personas no va contigo, que es algo que tiene mucho riesgo y posibilidad de generarse grandes problemas, y tantas otras pegas que le puedas poner al escenario donde tu negocio se desarrolla por otras personas y tu tan solo esperas a ir recibiendo los beneficios del mismo. Qué incomodidad seria no poder participar mucho en tu negocio ¿verdad?
Quizás me digas que prefieres pasarte horas y horas casi todos los días de la semana dentro de tu negocio demostrando a los demás que sin ti todo se hundiría. Para mí, esto es lo que verdaderamente genera los problemas y tiene un gran riesgo. Problemas porque no eres perfecto, por mucho que te esfuerces siempre quedaran cosas por hacer o mejorar y riesgo porque el tiempo pasa y tu salud se puede ver afectada si llevas un ritmo demasiado intenso.
Es muy sencillo, no podemos depender de las personas y menos aun de ti mismo. La razón para decir esto es que el ser humano comete fallos por naturaleza y todos tenemos un límite tanto personal como profesional. Una acumulación de estrés, ansiedad y agobio desemboca normalmente en reacciones con el mismo nivel de intensidad pero hacia el exterior y aquí, normalmente, las personas de tu entorno son las que peor paradas salen.
Pero claro, conseguir sistematizar tu negocio puede resultar algo complicado, sobre todo porque para hacerlo requiere tiempo, aunque en realidad todo es cuestión de enfoque. Para sistematizar tu negocio y disponer del tiempo libre que te mereces, hay que dar un primer paso. Esto no es otro que poner encima de la mesa las 2 opciones que tienes para vivir. Ya he hablado de esto en algún post, tan solo tienes que elegir entre una de las dos alternativas siguientes:
- Vivir con dolor (estrés, ansiedad, agobio, incertidumbre, miedos…)
- Vivir con placer (alegría, equilibrio, tiempo libre, recursos, certidumbre, facilidad…)
¿Qué eliges?
Aquellos emprendedores y empresarios que no han decidido sistematizar su negocio están eligiendo “vivir con dolor”, en cambio, aquellos que toman la decisión de apartarse de su negocio para sistematizarlo y que se desarrolle sin la necesidad de su presencia hace que experimenten incomodidad durante un tiempo para al final poder tener la libertad que a todos nos gustaría tener.
Cuando no sistematizas tu negocio generas dependencia de ti mismo. En realidad es un comportamiento egocéntrico, evidenciando una necesidad de ser el centro de todo. De esta manera se tiene la excusa perfecta para no cambiar, para permanecer inmóvil en un escenario anclado en círculos viciosos donde todos los problemas se retroalimentan.
¿Requiere un periodo de esfuerzo? Ya lo creo que sí. Pero créeme, ese esfuerzo puede ser la mejor inversión que puedas realizar. Una vez conseguido que tu negocio pueda funcionar sin tu presencia tendrás el tiempo y los recursos necesarios para dedicarte a hacer lo que mas te gusta. Quizás sean 3 meses, o incluso 6 o a lo mejor te lleva algunos años conseguirlo. Pero es justo cuando consigues crear un negocio que funcione sin tu presencia cuando realmente tienes en tu poder algo que tiene mucho valor, tanto para ti mismo como para los empleados o incluso posibles compradores de tu empresa.
1. Tú quieres tiempo y beneficios.
2. Tus empleados quieren un espacio donde poder desarrollarse con facilidad.
3. Los inversores quieren comprar negocios con garantías de producir ventas y beneficios.
¿Qué vida llevarías si logras sistematizar tu negocio para poder no tener que trabajar nunca más?
¿Cómo te sentirías al saber que ocurra lo que ocurra tu negocio seguirá funcionando a pesar tuyo?
Hazte esta pregunta constantemente, ¿Cómo podría funcionar el negocio sin mi presencia? Esta pregunta te enfocara en trabajar sobre el negocio y no en el negocio.
Autor Alejandro Martin