Lo que voy a contaros esta noche es una historia muy personal e íntima, pero confío en que os gustará conocerla. Mi hermana es un ser maravilloso. No tengo palabras para describirla y eso que yo soy mujer de letras. Siempre ha sido fuerte y valiente. Además, al ser la mayor, siempre me ha dado cobijo. Me ha ayudado en todo. Cuando era pequeña con las mates, cuando era adolescente con mis novietes de verano y, al ser mamá, me dio el mejor regalo del mundo: me ayudó a parir a mi primer hijo. Es una persona generosa que estudió medicina para curar a los enfermos y que siempre está ahí cuando la necesitas, para lo que sea. Desde lo más importante a lo más banal. Te ayuda, te asesora, te aconseja y te sana. La admiro profundamente. Es inteligente y buena. Desde hace unos años es también solidaria. Tiene dos hijos, mis sobrinos, pero un día decidió en familia que tendría una niña. Sería de acogida. Le daría la posibilidad a un ser pequeño, que no sabe lo que es una familia, a vivir con una. Le transmitiría sus valores para que esa personita de mayor pudiera ser capaz de reproducir un modelo familiar en su país y salir así de la exclusión social. Lo hizo después de conocer Tanu, una ONG pequeña que ayuda a niños de Ucrania. Hay muchos niños que necesitan una oportunidad en la vida. Desde hace tres años María, que ahora tiene 9 pero llegó a España con 5, forma parte de nuestra familia. Arriba la veis con mi hijo Jorge. Ambos tienen la misma edad y se entienden de maravilla. Tanu necesita más familias de acogida, porque hay muchos niños como María que necesitan ayuda. Si creéis que estáis preparados para ello seguid leyendo.
Mañana 12 de setiembre en Barcelona, hacia las 19 h. en el centro Espai de la calle Padilla, 210 se va a celebrar una sesión informativa de Tanu. Habrá otras. Pero si podéis os recomiendo asistir. Tanu es como os decía una ONG que trabaja hace más de 10 años para la infancia en orfanatos de Ucrania. Os podría contar la situación que viven allí muchos pequeños, sin familias o con familias desestructuradas, pero creo que os lo podréis imaginar. No tienen de nada. Lo que sí tienen es hambre, frío y miedo. Estos niños crecen y se convierten en grupos de exclusión social. Además, son incapaces de reproducir un modelo familiar porque no lo han vivido. Tanu tiene como objetivo mejorar la situación física y emocional de estos niños que acuden a los orfanatos de Ucrania, dotándolos de los recursos suficientes para facilitar su integración en la sociedad. ¿Y cómo lo hacen? A través de diferentes iniciativas. La principal, que es de la que os quiero hablar yo hoy aquí, es la acogida en familias dos veces al año, durante el verano y el invierno. También Tanu participa en la mejora de las infraestructuras de los orfanatos, envía ropa, productos de limpieza e higiene personal, medicamentos... E incluso se encarga de dar clases de refuerzo a los jóvenes de más edad para ayudarlos a entrar a la universidad.
Algunos de estos jóvenes desde los cinco años han tenido la gran suerte de ser acogidos por familias españolas. Durante los veranos y en Navidad han vivido con ellas, han crecido con ellas, siendo un miembro más de esta familia, aprendiendo los usos y costumbres. Hay muchas historias y situaciones diferentes pero yo hoy quiero hablaros de María. Tiene dos hermanos pequeños. Ella ahora tiene 9, su hermano 7 y la pequeñita 5 años. Forma parte de nuestra familia desde que tenía 5 como os contaba. Mi hermana y mi cuñado se hicieron cargo de ella a esa edad y desde entonces la acogen dos veces al año. Le costean el viaje de ida y vuelta desde Ucrania a Barcelona. Vive un un pueblo con lo cual a veces tarda un día y medio en llegar. Es un viaje muy duro para un niño, pero vale la pena. Cuando baja del avión y los ve siempre tiene una sonrisa en la cara. Esa sonrisa dura hasta el día en que se va. Vive con toda nuestra familia el día a día y juega con todos los niños de maravilla. De hecho es un ejemplo para nuestros hijos porque es una niña que ayuda, sin caprichos, muy agradecida. Nuestros hijos, que suelen tener de todo, han aprendido a través de los ojos de María lo que es no tener de nada. María solo necesita mucho cariño y una buena educación. Nada material, todo pasa por el amor y el abrigo. Cuando se vuelve a Ucrania todos la echamos mucho de menos y estamos deseando que vuelva. Meses antes de que llegue ya empezamos a prepararlo todo. Porque María necesita ropa, zapatos, lápices, libros para aprender y tiempo para conseguirlo. También necesita ir a la escuela los meses de invierno. En el colegio en Barcelona la adoran. Se ha integrado de maravilla y sus compañeros y su profesora la esperan con cariño.
Lo que os quiero decir es que la historia de María es la de muchos niños de Tanu. Algunos de ellos llegan cada año y se encuentran con sus familias de acogida, pero otros no tienen aún familias que los ayuden, que les brinden la oportunidad que tanto necesitan. No es algo fácil, no os voy a engañar, hay que tener la entereza y valentía de personas como mi hermana, por eso al principio os hablaba de ella, hay que estar preparado para sufrir, para compartir, para ayudar, para tolerar y, sobre todo, para amar.
Si creéis que vuestra familia lo está llamad a Tanu: 691 812 586 y 692 064 373 o escribid a tanu99ucraina@gmail.com. Y quién sabe, quizás algún día podréis ayudar a un niño o niña a vivir la vida que ahora tienen vuestros hijos y que ellos jamás podrán tener.
Periodista multidisciplinar de vocación y corazón. Más de 17 años en activo en medios de comunicación. Especializada en social media y contenidos desde 2005. Bloguera y emprendedora. Mamá de dos. La mejor profesión.