Quiero que exista un mundo mejor. Y mejor no es perfecto, es un poco mejor. Quiero dejar de ser un número, una estadística en una cuenta de resultados. Quiero ser menos cliente y más persona. Quiero que las personas siempre tengan la razón. Quiero que el beneficio de las empresas no se mida sólo en dinero, sino también en lo que revierten a la sociedad. Quiero que la gente sea crítica con ellas cuando no sea así, y aplaudan cuando efectivamente lo hagan. Quiero que las empresas estén hechas por y para las personas. Quiero que atiendan a su responsabilidad social.
Creo que las redes sociales e internet en general pueden ayudar a conseguir esos objetivos. Creo que no son la panacea universal ni la solución definitiva, porque esa está y estará en cada uno de nosotros. Creo que son una herramienta excelente, y que debemos utilizarla para forzar el diálogo con empresas y organismo públicos, haciendo que la comunicación sea bidireccional, haciendo que la escucha no sea un mero argumento de marketing, sino una estrategia de funcionamiento básico de esas empresas y organismos. Creo que las empresas tienen que asumir un coste más, mucho más importante que el laboral o el tecnológico, que es el coste social de sus acciones. Creo que es más importante porque en un mundo cada vez más abierto, no tiene sentido aprovecharse de condiciones laborales débiles o inexistentes para rebajar costes. Eso es el coste social. El coste moral. Creo que cuanto más se extienda la red, que cuanta más gente de diferentes procedencias y/o estratos sociales se unan a ellas, más dificil será para las grandes empresas ignorar su impacto negativo en el desarrollo de una sociedad más igualitaria.
Puedo, desde mi posición como ciudadano, ayudar a conseguir estos objetivos. Y puedo hacerlo desde mi vida diaria, desde mis hábitos de consumo, desde la información. Puedo enseñar a ser responsables a las empresas y organismos mediante el uso responsable de mis compras. Puedo contar a la gente que cada uno de nosotros es importante para conseguir un mundo mejor. Puedo fijarme pequeños objetivos, pequeñas conquistas del día a día. Puedo tener esperanza. Puedo ayudar.
Esas tres cosas, querer, creer y poder, son las bases en las que se asienta el proyecto “Social Confirming” de la Junta de Andalucia. Una herramienta que pretende utilizar el poder de las redes sociales para aumentar la capacidad de los ciudadanos en exigir la responsabilidad social de las empresas y su propia responsabilidad personal en el consumo. Los próximos días 16 y 17 de diciembre se celebrará en Sevilla el Evento AIR2010 (Andalusian International Responsability), donde se conocerán más detalles de está herramienta y se conversará sobre diferentes aspectos de la responsabilidad social de las empresas y el desarrollo sostenible.
Puede que sirva para que, aunque sea sólo un poco más… Queramos, creamos, podamos.
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