Quiero esa mochila

Por Maletas@sinrumbo

“Die Tasche”, “die Tasche”, “die Tasche”. Mi nueva obsesión. Cuando miro a mi alrededor no veo más que mochilas Freitag. Muchos compañeros de HolidayCheck tienen una. Es una especie de salvoconducto. Si vives en Suiza es lo que toca. Están en todas partes. Es difícil escapar de la tentación culo veo, culo deseo. Esa hegemonía poco a poco hace mella en mí.

¿Cómo no querer una? Si cuando voy a trabajar por las mañanas en bici junto a un campo de girasoles me adelanta algún chico atlético con una Freitag a la espalda y veo cómo se esfuma en el horizonte mientras se eleva el sol. En momentos así estoy perdida. En momentos así oigo a Franka Potente y Moritz Bleib Treu preguntándose dónde han dejado la bolsa.

Die Tasche es una de mis palabras favoritas en alemán. Me encanta cómo suena. Tal vez por esa escena de Corre Lola Corre. Significa bolsa, bolso, bolsillo, mochila. Y desde que llegué a Suiza significa algo más, significa “Freitag Tasche”. Me gustan las dos palabras. Me gustan los bolsos y me gustan los viernes. Es una combinación perfecta y casual.

Los hermanos Daniel y Markus Freitag las inventaron. Estos chicos de Zúrich de pelo y ojos castaños son un ejemplo a seguir. Ahora tienen 33 y 32 años y muchos millones en una cuenta suiza, por supuesto, ¿pero cómo empezó todo? Recogiendo basura. Y en su bañera.

Hace 17 años ni siquiera tenían carnet de conducir. Iban a todas partes en bici. Y como muchos estudiantes soñaban con una mochila impermeable bien grande en la que transportar muchas cosas. Zúrich es lluviosa y tiene muchas cuestas. Los ciclistas necesitan ayuda y algo de satisfacción sobre dos ruedas.

Daniel y Markus la encontraron una tarde de vuelta a casa. Encontraron en la calle una lona, de esas que cubren los camiones. Se la llevaron a casa, la lavaron a conciencia en el cuarto de baño, y empezaron a experimentar. El resultado fue una mochila de estilo patchwork agradable al tacto y resistente. Y sus amigos y muchos transeúntes empezaron a encargarles una.

Criados en un ambiente ecológico -”Wir hatten komspostierende Eltern; Nuestros padres son fanáticos del compost”- han creado una marca de bolsos cool y comprometida. Cada mochila es única, no existen dos iguales. Cada año producen 160.000 unidades en su fábrica F-Factory en el Maag Areal, junto al puente Hardbrücke en pleno centro de Zúrich. Allí mismo tienen su tienda, una torre de containers reciclados apilados. La primera planta es el Show Room, las siguientes están llenas de cajones repletas de Tasche.

Si no encuentras exactamente la combinación de colores que deseas puedes esbozar tu propio diseño en su taller virtual. La mayoría de pedidos se hacen online. Sólo hay tiendas oficiales en Zúrich, Hamburgo y Davos. En Flickr existe un grupo llamado Freitag for everyone. Es un objeto de culto.

Cuando compras una recibes un “pasaporte” con foto, código de barras y certificado de garantía sobre el material reciclado del que está hecha: lona de camiones, llantas de bicicleta para los bordes, y un cinturón de seguridad de coche como asa. Son cosidas a mano por discapacitados.

Muchos han intentado copiarla pero les ha salido el tiro por la culata, como a Lee que copió la edición especial para zurdos o la cadena de alimentación Migros y su fatídica idea de hacer competencia con sus Donnerstag Tasche. ¿Cómo va a ser mejor jueves que el viernes?

La asociación de ideas y vivencias inclinan nuestras querencias a la hora de comprar. La mía son los campos de girasoles y la voz de Franka Potente. Die Tasche! Quiero esa mochila. El perfecto souvenir suizo.