Sin embargo, los constructores de viviendas -La vivienda – esa entelequia cuya dignidad está garantizada por la Constitución Española (risas), no se han enterado. Siguen haciendo los mismos barracones que en el siglo XX, aprovechándose de la tecnología para tratar de hacerlo todo más barato y más rápido, que no mejor. Así pues, la mayoría de viviendas que se construyen son caras, pequeñas, masl distribuídas, con materiales de mala calidad y con la misma tecnología que la casa de Pedro Picapiedra. Curiosamente la tecnología que permite ahorrar energía en una vivienda sólo aparece en las casas de gente que no le hace falta ahorrar dinero, debe de ser que el exceso de dinero y la falta de conciencia social producen esos efectos laterales.
No confío en que nadie me haga caso, porque hoy en día sólo se hace caso al dinero y a la premura, pensar en los demás o en el largo plazo no es productivo, continuamos inmersos en la estúpida carrera de ratas hacia el final de un callejón sin salida.
Pero no por ello me voy a guardar las ganas de pedir, de enumerar, elementos que me gustaría tener en mi hogar. Quizás algún día algún “loco”, alguien me haga caso y empiece a hacer viviendas del estilo de lo que digo y oh sorpresa las venderá antes que los demás.
Aislantes de verdad. Quiero que las paredes, el techo y el suelo tengan aislantes acústicos y térmicos. No tengo ganas de molestar a los vecinos con lo que sucede en mi casa, ni tampoco tengo un especial interés en calentarles o enfriarles su casa. Me hace gracia cuando en lugares cálidos se obvia el uso de aislantes térmicos, porque hace bueno, pero luego durante los meses de calor sofocante se pone el aire acondicionado a todo trapo gastando una cantidad de energía, que de tener buenos aislantes térmicos sería considerablemente menor
Cajas de servicios aisladas. ¿A nadie le ha entrado nunca el humo de la chimenea del vecino por los interruptores de la luz? Cuando creemos que la casa está cerrada, resulta que estamos completamente comunicados con otros vecinos o partes desconocidas del edificio. Si hace sardinas, tus manos olerán a sardinas cuando toques los interruptores. Y lo que es peor, hay veces que podrás adivinar por el olor del tubo de escape, la marca del coche que acaba de detenerse en el parking, 4 plantas más abajo.
Cerramientos de calidad. Del mismo modo que no quiero calentar la casa del vecino tampoco quiero, enfriar Málaga en julio, se me antoja una tarea ardua y cara. Y puede que algún turista se queje de que le haya enfriado sus tórridas vacaciones. Por otro lado no tengo mucho interés en oír las conversaciones de la gente que pasa por la calle, ni de saludar a las dos de la mañana al conductor del ruidoso camión de la basura.
Quiero que todas las puertas de la casa sean correderas. No me gusta el espacio que tienes que dejar para que las puertas batan. No me gusta que las corrientes de aire golpeen las puertas. Eso es cuestión de gustos, pero seguro que se pueden hacer bien. Pero no me refiero a una puerta corredera como un panel colgante de un travesaño, me refiero a puertas de verdad, de las que cierran herméticamente como si se tratara de una nave espacial. Y evidentemente que se abran o se cierren según me acerco a ellas. Que estoy acostumbrado a caminar por la casa con las manos ocupadas y cansado de abrir picaportes con los codos, por cierto, ¿qué mente perversa ideó los malditos pomos redondos?
Puertas y ventanas exteriores, que no sean correderas. Sí, es una forma de insistir en los cerramientos de calidad. Quiero abrir la ventana, no media ventana, quiero abrir la puerta de la terraza, no media puerta de la terraza. Quiero ventilar la casa cuando haga falta, abriendo esos agujeros de ladrillo que han hecho en la casa. Si quisiera abrir sólo la mitad, habría pedido que una de las hojas fuera fija y de este modo no se colaría el viento, el agua, la suciedad, los insectos. En serio que algo del tipo corredera se le puede llamar “cerramiento”, es mejor llamarlo “casiabierto”. Una ventana en condiciones es oscilobatiente, con cristal doble y rotura de puente térmico. De este modo da igual que en el exterior de tu casa pase el afilador, el tapicero o el infame camión de la basura, es algo relacionado con el karma? Me llevo la contimación doméstico, pero os dejo contaminacón acústica¿?
No quiero radiadores. Vivo en un lugar en le que prácticamente no hace falta calefacción durante todo el año, de modo que para pocos días que voy a usarlo no quiero tener un aparto estorbando en la pared. También he vivido en un lugar muy frio, el invierno duraba de septiembre hasta mayo, y eso de que los radiadores empiecen a calentar de rodillas para arriba lo llevo fatal; me pasaba ocho meses sin sentir los dedos de los pies. Sería mucho mejor suelos radiantes. Aunque eso ya lo inventaron los romanos, las “glorias” y 2000 años después se siguen utilizando en lugares realmente fríos y es una maravilla poder calentarse de esta forma.
Quiero tener placas solares. Ya hay tejas que son capaces de captar la energía solar. Incluso pintura, se podría pintar mi parte de fachada, o revestir mi parte de balcón, siempre es mejor generar algo de electricida que nada. Por malo que sea seguro que se genera más electricidad que en Alemania y ahí están ahorrando pasta, y eso que si quieren ver el sol tienen que poner los Vigilantes de la Playa. Toda la energía que se genera se puede almacenar en baterías para consumirla durante las horas en las que el sol está al otro lado del planeta. O dependiendo de la cantidad de baterías acumuladores que se instalen ir dosificándola en caso de varios días de menos intensidad lumínica.
Quiero reciclar el agua de la ducha para que sea usada en las cisternas. No me gusta gastar agua potable para tirarla por el inodoro. Me gusta la idea de que el agua que gasto al ducharme por la mañana se almacene y se pueda utilizar otra vez
Quiero la ducha de obra, sin mamparas. Si la mampara es corredera se termina convirtiendo en algo susceptible de almacenar suciedad, una ducha de obra se limpia más rápido y más fácil, además de que se puede crear ya con unas dimensiones adecuadas para cuando la edad me postre en una silla de ruedas.
Quiero puertas amplias. He estado en casas cuyas puertas sólo les faltaba ser redondas para que parecieran sacadas de la vivienda de un Hobbit de “El señor de los anillos”. Me gusta pasar a través de una puerta sin albergar la duda de si mi quedaré calvo por impacto. Además las generaciones venideras cada vez son más altas y prefiero que el novio de mi hija tenga dolor de pensar en lo que es capaz de hacerle el padre de su novia, que por haber dejado las cejas incrustadas en el marco de la puerta. Por otro lado estoy cansado de que tratar de meter un mueble grande por una puerta sea un ejercicio digno de un tetris infernal. Si tengo que meter una silla de ruedas que entre por las puertas y pase cómodamente por los pasillos.
No quiero patios interiores. Prefiero que todas las estancias sean exteriores, por un lado y por el otro no me gusta compartir ropa tendida, conversaciones no deseadas u olores de comida que no es de mi agrado con mis, por otro lado, adorables vecinos. He vivido en lugares en los que los edificios no tenían patios de luces, de modo que se puede hacer.
Quiero que sea totalmente exterior. Ya estoy harto de zulos, las estancias de una vivienda son para hacer vida en ellas, no tengo intención de secuestrar a nadie.
Dimensiones. Alguien cree que el salón de una casa puede ser de 15 metros cuadrados? En ese caso tiene mucho ganado en el caso de que un día pase por la cárcel. Para mi hay unas dimensiones mínimas. Cocina 9 metros cuadrados, en caso de que vayas a comer/cenar en ella 18 metros cuadrados. Salón con zona de comedor mínimo 30 metros cuadrados. Un dormitorio de matrimonio 18 metros cuadrados. Un dormitorio individual a partir de 15 metros cuadrados. Un baño 6 metros cuadrados. Sí, dimensiones mínimas. El lujo es el espacio. Me da rabia que ahora que cada vez somos físicamente más grandes, las viviendas sean cada vez más pequeñas.
No quiero cortinas, ni alfombras. No les encuentro utilidad estética, me parecen un refugio de ácaros. En cuanto a la intimidad, no es algo que me preocupe, pero en aras de que mis invitados se sientan cómodos estoy recordando un tipo de cristal líquido que se podía poner entre las capas de cristal de una ventana y que se podía oscurecer a voluntad.
No me gustan las bañeras. No tengo intención de nadar en casa, para eso ya está el mar o piscinas bien acondicionadas. Una bañera es un lugar que cuesta mucho dinero llenar. Para relajarse es mejor un masaje y una ducha, por ejemplo.
Me gustan los suelos de cerámica, sobre todo si no deslizan. Además permiten simular otros materiales, como por ejemplo la madera, con la diferencia de que son más limpios y necesitan menor mantenimiento.
No quiero armarios de juguete, quiero que sean de verdad y que pueda usarlos para guardar un abrigo o una americana sin que los guillotine al cerrarlos. Por cierto, los armarios me gustan empotrados y bien integrados con la habitación en la que estén
Techos a una altura mínima de 2.60 metros Recuerdo que cuando era pequeño ni Pau Gasol tendría narices a cambiarle una bombilla a mi abuela sin usar una escalera. Hoy en día yo puedo hacer cualquier cosa en el techo de mi piso simplemente poniéndome de puntillas. Soy consciente de que es son unos cuantos metros cúbicos para
Gotelet, no gracias Ya está bien el disimular que una pared está torcida o un techo combado a base de echar gotelet para disimular. Me parece feo y un foco de suciedad. Me gustan las paredes lisas, a ser posible rectas, fáciles de pintar y de decorar.
Las paredes de ladrillo un día llegaron y decidieron que hacer paredes era algo en lo que se tardaba mucho tiempo y que era mejor hacer las paredes de cartón. Con lo que los fabricantes de cuadros seguro que pusieron el grito en el cielo porque comenzaba a ser complicado colgar algo en la pared, algo que pese más de 100 gramos
Con lo expuesto las casas serían unos estupendos lugares en los que vivir, además de más baratas de mantener.
Soy consciente de que para conseguir una casa con esas características tengo que trabajar…en el extranjero, porque con lo que pagan en España sería imposible, por no decir que la legislación me impediría ahorrar energía eléctrica. Pero no por ello pierdo la ilusión de que algún día las viviendas se parezcan a lo que yo quiero para mi.
keagustitomekedao