“Mami, Quiero que todos los días sean Navidad.” No puedo reprimir una sonrisa y darle un fuerte abrazo al pequeño de mi casa. Y a mi también me gustaría que todos los días fuera Navidad.
La ilusión de dar y recibir.
Los segundos de espera.
Los momentos en familia.
Los recuerdos para toda a vida.
Las noches de nervios.
Es difícil no querer estar con la familia, acostarte tarde y despertarte aún mas tarde, recibir y dar, olvidar la responsabilidad de las rutinas y colegio. ¡Uff! Que trabajo me esta costando volver a la vida diaria. La semana pasa angustiosamente lenta y parece que el fin de semana NUNCA va a llegar. Rebecca