... y no puedo.
Sigo unas cuantas páginas de facebook sobre ser madre, sobre todo de madres solteras por elección. Es una alegría cada nuevo proceso, que las usuarias compartimos, unas preguntan, otras responden, todas aprendemos. Un positivo es una alegría enorme para todas. Pero, ¿qué pasa con todas aquellas mujeres que quieren y no lo consiguen?
Se me parte el corazón cada vez que leo que alguien abandona porque cada vez ve más lejos su sueño de ser madre, sea por el motivo que sea: un problema físico, un problema económico, incluso una ley que no está aprobada en nuestro país, como el de la maternidad subrogada.
Porque, ¿qué le dices a una mujer que se encuentra en esta situación? Evidentemente, palabras de apoyo, nos salen de dentro: descansa un tiempo, desconecta, ya lo volverás a intentar más adelante... Pero yo me pregunto, ¿cómo llegarían estas palabras a mí?
Es muy difícil ponerse en su situación, por mucha empatía que tengas. Cuando enterarte del embarazo de otra duele, porque tú no lo consigues, porque los médicos cada vez ven menos opciones, este dolor tiene que ser indescriptible. Porque ser madre no lo puedes aplazar para siempre.
Ahora bien, yo, como lo veo, y como soy, es un tema que casi siempre queda un rayo, aunque sea muy fino, de luz, de esperanza. Y vale más perder el tiempo luchando porque ese rayo sea una luz inmensa que caer en el negativismo más profundo. Puede que una ley se apruebe mañana, que el avance médico (como el trasplante de útero) esté a las puertas de nuestro país... incluso, por qué no, nos toque la lotería de Navidad (cada año le toca a alguien, ¿por qué no puedes ser tú?) y el problema económico deje de existir.
Yo ya soy madre, pero haré todo lo que esté en mi mano por ayudar, aunque sólo sea con firmas, para que cada vez haya menos impedimentos para ser madre.