A menos de un mes de celebrarse el encuentro anual para los amantes de Agatha Christie, os cuento cómo viví el mío, el del año pasado, para que los que os animéis tengáis tiempo de planear el viaje y comprar las entradas. ¡Ánimo!
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El que estuviera en Torquay el pasado 15 de septiembre respondía a un único objetivo: asistir al Festival Internacional de Agatha Christie (The International Agatha Christie Festival [IACF]). Hacía tiempo que había oído hablar de él por primera vez y llevaba años queriendo asistir; sin embargo, muchas veces me pasó que cuando quería darme cuenta o bien se me había echado el tiempo encima o estaba en medio de un viaje. Así fueron pasando varias ediciones hasta que, por fin, logré llegar.
«¿Qué puedo decir a mis setenta y cinco años? Doy gracias a Dios por una vida plena y por todo el amor que he recibido» Agatha Christie, Autobiografía
El Festival viene siendo todo un acontecimiento en la Riviera inglesa desde su primera edición en 2004. Durante cinco días se dan cita en el edificio histórico Torre Abbey de Torquay artistas, escritores, actores, traductores, personalidades de la ciudad, fans incondicionales de la autora y Mathew Prichard, su único nieto y presidente de la Junta directiva.
Sin embargo, el Festival es mucho más que una cita de unos pocos días entre amigos para celebrar el cumpleaños de «la reina del crimen». Su actividad se desarrolla a lo largo de todo el año a través de un programa de residencias para artistas y escritores, proyectos en colaboración con socios del ámbito de la salud, del turismo cultural y educativo, todo ello en aras de la creatividad, la cultura y la diversidad a nivel local, nacional e internacional.
Nacida en Torquay (en el condado de Devon, al suroeste de Inglaterra) el 15 de septiembre de 1890, Agatha Mary Clarissa Miller (que adoptaría el apellido Christie tras casarse con el teniente Archibald Christie en 1914) se convirtió en la novelista más leída de todos los tiempos, un récord que sigue manteniendo en la actualidad. De hecho, sus libros ocupan el tercer puesto de los más vendidos después de las obras de Shakespeare y la Biblia.
Alcanzó fama mundial a través de sus sesenta y seis novelas detectivescas, catorce colecciones de relatos cortos y su obra de teatro La ratonera (The Mousetrap), la que más tiempo se ha representado sin pausa en el mundo. Se han vendido más de mil millones de copias de sus libros en inglés y mil millones en cuarenta y cuatro lenguas extranjeras. Asombroso, sobre todo teniendo en cuenta que escribió su primera novela policíaca motivada por una apuesta que había hecho con su hermana Madge, la que sería El misterioso caso de Styles (The Mysterious Affair at Styles: a Detective Story), completada en 1916, publicada en Estados Unidos en 1920 tras haber sido rechazada por seis editoriales, y en la que se daba a conocer al mundo el peculiar detective belga Hércules Poirot.
Esta hija predilecta de Torquay recibió la distinción de Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico de manos de la reina Isabel II en 1971, convirtiéndose así en «Dama Agatha Christie».
A las dos y media de la tarde del 126º cumpleaños de Agatha empezaba la celebración en un lugar llamado Spanish Barn de Torre Abbey. Dos nombres bastante raros teniendo en cuenta que estaba en Inglaterra. No fue difícil encontrar Torre (que, por cierto, se pronuncia ‘tor’, con esa r británica que todos conocemos), una mansión en medio de jardines estupendos y campos de golf situada prácticamente frente al mar.
Nada más llegar, empecé a ver movimiento y todos los preparativos para la inminente reunión. Los allí presentes nos mirábamos unos a otros y dibujábamos una sonrisa de complicidad, como si nos conociéramos de tiempo atrás.
El ambiente en el Spanish Barn no podía ser más acogedor: paredes de piedra, techos de madera, luz tenue… Todo preparado.
«Welcome to Agatha Christie’s Birthday number 126. My name is Mathew Prichard and Agatha Christie was my grandmother» (Bienvenidos al 126º cumpleaños de Agatha Christie. Soy Mathew Prichard y Agatha Christie era mi abuela). Así abría la sesión el nieto de Agatha ante un público emocionado que rompió en aplausos tras esas primeras palabras.
En la sala se hizo el silencio más absoluto cuando, tras esa primera y cálida toma de contacto, Prichard leyó un trozo de Witness for the Prosecution (Testigo de cargo), de 1921, la obra preferida de su autora y, diré de pasada, también la mía.
La siguiente oradora era Sophie Hannah, poeta y novelista nacida en Mánchester y que actualmente vive con su marido y sus dos hijos en Cambridge.
Por decisión de los herederos de Christie y de su editorial, HarperCollins, el 4 de septiembre de 2013, se anunció que Hannah sería la encargada de escribir una nueva novela de Agatha Christie protagonizada por Hércules Poirot, la primera después de que Agatha publicara Curtain: Poirot’s Last Case (Telón) en 1975.
A principios de 2014 se supo que el título de la nueva novela sería The Monogram Murders (Los crímenes del monograma) y que se publicaría en septiembre del mismo año.
Hannah siempre había querido escribir novelas de misterio, según dice desde que descubrió a Enid Blyton y «Los Siete Secretos» cuando tenía seis años y, luego, en su adolescencia, la estructuralmente ingeniosa El asesinato de Roger Ackroyd y Asesinato en el Orient Exprés, de Agatha Christie. A día de hoy, sigue en el género, todavía lee crimen en cantidad y está tranquila por la imagen que pueda proyectar en la élite literaria.
«Las tramas me sobrevienen en situaciones de lo más inoportunas. Cuando voy por la calle, o cuando estoy en una tienda eligiendo un sombrero… de repente una magnífica idea cruza por mi cabeza» Agatha Christie, Autobiografía
Al terminar la intervención de Hannah, llegó la hora de tomar el té. Empezábamos a levantarnos de nuestros asientos para dirigirnos a la carpa situada en los jardines de Torre Abbey cuando unos cuantos personajes de las novelas de Agatha empezaron a cobrar vida y a mezclarse entre nosotros. ¡Qué fabulosa sorpresa!
Llegó la hora de ver la carpa por dentro y de tomar el té, que en Devon tiene su propia variante: el «cream tea», tan famoso y querido que se ha extendido al resto del Reino Unido.
A pesar de lo que pudiera creerse vista la textura de la «clotted cream», la realidad es que en boca es algo sublime, una verdadera delicia. En un típico «cream tea», la crema de leche se unta en el «scone» como si fuera mantequilla y la mermelada se extiende por encima. Aunque la crema de leche es espesa, no es demasiado dulce, por lo que la mermelada la complementa perfectamente.
«In a Devon tea it is cream on the scone then jam; in Cornwall, jam first followed by the cream» (En Devon, primero se extiende la crema de leche y luego la mermelada; en Cornualles, el orden es el inverso) –me cuenta Gordon, mi compañero de té de la derecha a quien parece que le hayan dado cuerda porque no para de hablar, ni siquiera mientras come.
«Ah, entonces el mío es al estilo de Cornualles» –digo yo. «¿Hay alguna diferencia en el sabor?»
«Not really, it is all a matter of preference and what you are used to. It is as simple as that» (Ninguna. Es solo una cuestión de preferencias y a lo que estás acostumbrado. Ni más ni menos).
Me ha quedado claro.
Gordon acude cada año a la cita desde Glasgow (Escocia) y es todo un experto en lo referente a la escritora. Me cuenta lo del té y, entre chiste y chiste (cada uno de ellos seguido de la coletilla «This is Scottish humour» [Es humor escocés]), va soltando información sobre el Festival y sobre la escritora: Que si conoce a este y a aquel; que si con ese ha ido de copas y ahora ni siquiera le ha saludado; ¿he leído la última nueva obra de la Christie?; ¿quiero ir a ver un jardín de plantas venenosas que hay en la parte trasera de Torre Abbey dedicado a Agatha Christie? Me acompaña; que si qué calor hace; que si la segunda parte del encuentro va a estar muy bien.
Me gustó mucho formar parte de un ambiente tan «British», como sacado de una novela de la propia Agatha Christie. He de decir que todo el mundo en la mesa fue muy amable conmigo; se interesaron por mi procedencia y mi afición por la escritora, me explicaron sus anteriores experiencias del Festival y, bueno, me hicieron sentir como una más.
Tras servirnos el té, se expusieron libros de la autora así como biografías y estudios sobre la misma, también cedés, postales y sellos. Además, tanto Mathew Prichard como Sophie Hannah firmaban ejemplares.
De nuevo en el Spanish Barn, la segunda parte del encuentro estuvo dedicada a la colección de sellos que el Royal Mail lanzó con motivo de la celebración de la vida y obra de la «reina del crimen» en el centenario de la publicación de su primera novela y primera aparición de Hércules Poirot.
La colección de sellos especiales, que han recibido numerosos premios, muestran escenas y personajes clave de seis novelas icónicas, a saber: Murder on the Orient Express (Asesinato en el Orient Exprés), And Then There Were None (Diez negritos), The Mysterious Affair at Styles (El misterioso caso de Styles), A Murder is Announced (Se anuncia un asesinato), The Body in the Library (Un cadáver en la biblioteca) y The Murder of Roger Ackroyd (El asesinato de Roger Ackroyd). Como curiosidad y haciendo un claro guiño a la autora policíaca, cada sello contiene una imagen escondida que solo el ojo atento podrá descubrir. Verdaderamente ingenioso.
Llegó la hora de la despedida y salimos de nuevo hacia la carpa, donde nos esperaba (al menos) una copa de champán.
La próxima cita del Festival será del 13 al 17 de septiembre de 2017 (¡en menos de un mes!), con un programa repleto de actividades, que podéis ver aquí.
Los precios van desde las 5 libras (algo menos de 5,50 euros), para ver una película al aire libre basada en una obra de la autora, hasta las 150 libras (poco más de 162 euros), que engloban absolutamente todos los actos y visitas a lo largo de los cinco días además de uno de los clásicos de Agatha Christie dedicado y firmado por Mathew Prichard.
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Información útil:
♦ Página web del International Agatha Christie Festival – https://www.iacf-uk.org/
♦ Página oficial de Agatha Christie y sus obras, con tienda, actividades, reuniones y novedades – http://www.agathachristie.com/
♦ Página oficial de la autora Sophie Hannah – https://sophiehannah.com/
Cómo llegar a Torquay:
- Desde Barcelona, vuelo con la compañía vueling a Bristol (entre 40 y 60 euros, si lo compras con tiempo);
- Desde el aeropuerto de Bristol se puede comprar en las máquinas un billete combinado de autobús + tren hacia Torquay (el bus desde el aeropuerto a la estación de Temple Meads de Bristol, y desde allí mismo el tren hasta Torquay) que vale 45,20 libras;
- Hay que tener cuidado, porque hay que hacer un trasbordo (en Exeter o en Newton Abbot, depende del billete).
Dónde alojarse:
Torquay es una ciudad eminentemente turística, por lo que está llena de hoteles, aunque hay falta de albergues. En mi caso, me alojé tres noches en el Torquay Backpackers Hostel. No es el peor en el que me he alojado, pero no acerté con las compañeras de habitación ni con el ambiente en general (demasiados fiesteros ruidosos y gritones); además, hay una gran falta de vigilancia puesto que el dueño, director o lo que sea se marcha a media tarde y no vuelve hasta por la mañana. Las habitaciones (al menos las dos que vi) son exageradamente pequeñas, sin sitio para abrir la maleta.
El resto de mi estancia (que fue de diez días en total), me alojé en el Waters Edge Hotel, frente al mar. Limpio y con habitaciones amplias, baño privado. Muy tranquilo y situado frente al mar.