Quiet Sun aparece nuevamente en el blog cabeza, animado por Rockarte y comentado por el Mago Alberto. Una de esas joyitas perdidas de la música, donde Phil Manzanera, Bill MacCormick, Dave Jarrett y Charles Hayward, y con la mano maestra de Brian Eno, nos deleitan con una obra hermosa que siempre es bueno recordar. Y si algo le faltaba, era el arte de Rockarte...
Ya el Mago Alberto había presentado este disco oportunamente, cuando lo publicó en el blog cabeza. Ahora lo volvemos a recordar...
Quiet Sun, banda liderada por los integrantes que luego se transformarian en 801, fue un proyecto que se inicio en los 70 de la mano de Phil Manzanera y Bill MacCormick, quienes se separaron en 1972 y tomaron rumbos diferentes, Manzanera fundó Roxy Music, y MacCormick se fue a Matching Mole, pero en 1975 deciden reunirse y grabar las canciones que habían quedado deambulando por el eter, de allí surge "Mainstream" un disco que contó con la colaboración de Brian Eno y que se transformó en otra de esas joyas perdidas que salieron a la luz luego de muchísimos años, si cabezones, éste es un señor disco, aquí pueden escuchar dos canciones incluidas en ese álbum increíble que fue "801 Live" y que oportunamente presentáramos en el blog. Así que a sacarse el sombrero, gorro, gorrita o pasomontañas y habran sus oidos a Quiet Sun, un proyecto que cierra el nacimiento de la extensa obra que vino despues de Phil Manzanera, y nombro únicamente a Manzanera por cuanto todo el disco es una muestra excelente del protagonismo de Phil, aunque MacCormick y Dave Jarrett (teclado) y Charles Hayward (batería) tienen lo suyo también. Se nota muchísimo la mano de Brian Eno en todo el disco, los planos sonoros y los recursos que maneja cada vez que mete la manito le da su sello particular, no sólo a este disco, sino también a cada producción que vino después y que convirtiera en éxitos asegurados. Cada canción tiene un formato diferente y a medida que el disco avanza se va transformando en una pesada carga sonora que te pide más y más, y al final te queda ese gusto a poco que sólo te dejan los buenos discos. Por momentos todo es intrincado y siempre hay un microcosmos de guitarras entrelazadas y hasta fragmentos muy avant impensados para los años 70, como también hay aportes sonoros inesperados casi violentos, y esas voces con la cadencia tipica del progresivo, le van dando forma a un trabajo que sin dudas no podía quedar en la sala de ensayo. Enhorabuena que estos músicos tuvieran la oportunidad de dejarnos estas bellezas para que hoy las podamos disfrutar. Una obra hermosa de principio a fin y que gracias a la tecnología hoy llega a nuestros oídos, en su momento tuve el vinilo en mis manos y pasó por una bandeja Barret de aquella época y sonaba horrendo, y volverlo a escuchar de nuevo en estos días es como revivir un gran amor.
Mago Alberto
Y a continuación, lo que vale y por lo que creamos este posteo; el arte animado sobre el arte gráfico y sonoro del disco...