Quimeras y serafines

Publicado el 19 junio 2012 por Eldevoradordelibros
Martes para una historia que, aunque me atraía, no me apetecía demasiado. Necesitaba descansar de la literatura juvenil con tintes paranormales. Ahora que he acabado con ella, sé que la leyese cuando la leyese, el resultado probablemente seguiría siendo el mismo. Turno para Hija de humo y hueso de Laini Taylor.
Karou, la chica protagonista de pelo azul, compagina sus estudios de arte con los encargos que le hace Brimstone, una quimera que la adoptó al nacer. Él es el cabeza de una familia un tanto peculiar, por la naturaleza de sus integrantes, pues la componen una humana y personas salidas del mismo infierno ya que, son criaturas de carácter maligno, seres monstruosos, aunque solo en apariencia.
La chica se siente perdida, como cualquier joven a los diecisiete años. No sabe quién es. Esto, en el caso de Karou, es más que una crisis típica adolescente, como puede adivinarse, es mucho más. ¿Cuál es su origen? ¿Por qué ha sido criada entre seres sobrenaturales? ¿Para qué quiere Brimstone esos dientes que le llegan desde todas las partes del mundo?...
El vacío que siente será cubierto por Akiva, un ángel. Este será recibido por la chica como caído del cielo, nunca mejor dicho. Él la ayudará a responder a todas esas preguntas, la ayudará a encontrarse a sí misma. Ahora que su familia ha desaparecido, pues todas las puertas al otro mundo han sido destruidas por los serafines, él será su principal apoyo pese a que, en teoría, ambos son enemigos por naturaleza.
A estos personajes se suma Kazimir, su ex novio, y también Zuzana, su mejor amiga. También destacan otros secundarios como Issa o Yasri, quimeras que conviven con Karou. El escenario donde se desarrolla la historia, Praga, es otro punto a su favor.
La trama da un importante giro hacia la mitad, a partir de entonces se pasa del presente al pasado. Era algo que esperaba. En mi caso, este vuelco no me cogió por sorpresa. Fue algo que, aunque predecible, me gustó.
Este giro servía para explicar la relación entre los personajes principales porque sí, hay amor en grandes dosis pero nada empalagoso. Los protagonistas se enamoran a primera vista, podría decirse, y aunque el romance es rápido, resulta creíble. Con paciencia, eso sí, el lector va comprobando que cada pieza encaja.
La segunda mitad es la que más me ha costado digerir. He leído con calma el libro, en parte por falta de tiempo, pero también porque no ha sido hacia el final, cuando apenas quedaban unas cien páginas, cuando la historia me pedía que la devorase con mayor rapidez.
Así, la historia que se nos presenta en esta, la tercera de la autora, es el clásico enfrentamiento entre ángeles y demonios sin embargo, al contrario de lo que yo pensaba en un principio, no es más de lo mismo. La escritora crea un mundo en el que los demonios no son tan malos, ni los ángeles tan buenos a los que se suma un escenario original, rico en detalles.
Así, Karou es una chica con carácter, que a pesar de no saber bien quién es, tiene las ideas claras. Akiva tiene un físico perfecto, pero no es un chico diez pues tiene sus virtudes pero también sus defectos, de ahí que su belleza no chirríe. Destaca también Brimstone, un demonio atormentado que siente más de lo que parece y al que no le gusta su trabajo.
En esta primera entrega, conoceremos el mundo de las quimeras y el horror de la guerra del lado de los que hasta este momento, siempre han sido considerados los "malos" de la película cuando lo cierto es que, les ha tocado ese papel. Un escenario que me ha sorprendido. Imaginación, no puede negarse, no le falta a Taylor.
Hija de humo y hueso aporta una nueva perspectiva a la historia sobre esa lucha antiquísima entre el bien y el mal, gracias, en especial, a unos personajes con "k" de kilo, porque valen su peso, que hacen que el libro sea entretenido y dejen un buen sabor de boca en el lector, queriendo ya su segunda parte.
Agradecimientos Alfaguara