Quinielas mediáticas

Publicado el 01 abril 2011 por Abel Ros

El discurso mediático  en torno a la dialéctica sucesoria del líder socialista ha lenvantado, en los últimos días, las lanzas por el  poder ante la mirada metroscópica de los candidatos al cetro.
La victoria del serñor ZP ante la mirada atónita de los “barones” y el “silencio duradero” del señor González, cuestionó la legitimidad ganada en las urnas internas de su partido durante un largo periodo de tiempo.
El cambio de discurso político abanderado por Zapatero, distinguido por el diálogo, la diplomacia y el “talante”;  marcó las caracterísicas históricas de la política socialdemócrata, durante el primer ciclo del “zapaterismo” y alejó del imaginario colectivo los ruidos críticos de los nostálgicos del  ”felipismo” agonizado.
El continuismo en la línea de los predecesores políticos ha garantizado la victoria en momentos económicos y sociales propicios. La incertidumbre y el miedo colectivo ante la pérdida inminente del confortable “status quo” conseguido durante etapas fructíferas propicia los cambios sucesorios bajo  la sombra de sus líderes anteriores. Dilma Roussef ganó las elecciones de su país mediante una campaña electoral orquestada por los mensajes omnipresntes de su maestro Lula Da Silva. Los logros adquiridos por su antecesor fueron las armas discursivas que fundamentaron más de la mitad de los votos a favor del partido de los trabajadores.
El continuismo del “aznarismo” garantizado en la figura de Rajoy bajo el beneplácito del “dedazo” del señor Aznar, aseguraba el supuesto seguimiento neoliberal ante una coyuntura económica nacional  favorable. La victoria del “soe” rompió los esquemas populares y cuestionó la falta de liderazgo independiente del discípulo de “las Faes”.
El éxito de Tomás Gómez ante Trinidad Giménez abrió en la opinión pública madrileña la inclinación interna por la línea rupturista en detrimento del continuismo, representado por la ministra.
Las hipótesis realizadas en las “quinielas mediáticas” de este país en pro de Rubalcaba y Chacon, ponen de manifiesto a la reflexión crítica; sobre los malos pronósticos electorales que ocasionaría la apuesta por la perspectiva continuista de ZP , en base a las similitudes históricas que en su día obtuvo la apuesta por  la línea profelipista protagonizada por Almunia y Borrell.