INGREDIENTES:
- 2 vasos, de los de vino, de quinoa
- 1 calabacín
- 1/2 berenjena
- 2 zanahorias
- Sal
- Aceite
- 2 dientes de ajo
- 1/4 de cebolla
- Pimienta negra
MODO DE HACER:
- Lo primero que tenemos que hacer es lavar la quinoa en condiciones para eliminar las saponinas que son las responsables de su sabor amargo.
- La colocamos en un bol y lo llenamos de agua hasta cubrirla, la removemos bien en este agua y escurrimos, a continuación volvemos a cubrir con agua nueva y a realiza el mismo procedimiento. A poder ser, lo hacemos unas 4-5 veces para asegurarnos que está completamente limpia.
- Seguidamente, llenamos el bol con agua nueva y la dejamos reposar durante aproximadamente una hora, sin tocarlas. De esta forma el agua ejercerá sobre ellas una gran limpieza.
- Una vez pasada la hora, la removemos bien en este mismo agua, tiramos el agua y ponemos, la quinoa, al chorro del agua en un cedazo.
- Mientras hacemos esto podemos pelar, lavar y cortar las verduras en trozos pequeños.
- Como la zanahoria necesita mucho más tiempo de cocción que el resto de las verduras para que esté tierna la ponemos a cocer unos minutos en un cazo con agua y cuando esté la colamos.
- En una sartén con un poco de aceite rehogaremos el ajo y la cebolla. Una vez se hayan dorado añadimos la berenjena y el calabacín cortado en daditos, y la zanahoria.
- Mientras se rehogan las verduras ponemos a cocer la quinoa como si fuese arroz blanco, es decir, la cocemos en un cazo con abundante agua y sal durante unos 12 minutos y pasado este tiempo la colamos. También debemos pasar esto por agua fría para romper la cocción.
- Minutos antes de ir a comer, rehogamos la quinoa con el resto de verduras y le añadimos pimienta negra a nuestro gusto, y ¡¡YA ESTÁ LISTA PARA TOMAR!!