Quinta Declinación latina: Enunciación e Identificación

Por Esteban Esteban J. Pérez Castilla @ProfedLetras

Pues bien, aquí seguimos con nuestra ronda de identificar palabras en latín y esta vez le toca el turno a la Quinta Declinación. Tal como contábamos en las Primera Declinación, la clave la vamos a tener en la vocal del tema y, en esta ocasión, no será distinto.
Pero vayamos a la enunciación primero.

Enunciación


La importancia de la enunciación viene dada por las dos formas que nos “regala”. La primera es el nominativo, que nos da la forma “base” de la palabra; la segunda representa el genitivo, que es la herramienta para encontrar raíz y tema.
¿Pero cómo nos ayuda exactamente? Pues, primero, nos revela qué tenemos que buscar en el diccionario. Si la enunciación de la palabra “esperanza” es “Spes, spei”, esto será lo que tenemos que ir mirando.
Segundo, nos señala la declinación con el genitivo. Si nos fijamos en la segunda parte –“Spei”- y le quitamos la terminación “i” de genitivo, encontramos el tema. Pero también deducimos algo: todas las palabras cuyo genitivo acabe en “ei” pertenecerán a la Quinta Declinación.

Identificación con enunciación


Entonces, repetimos, ¿cómo sabemos que es una palabra de la Quinta? Pues, si nos dan la enunciación y la segunda parte termina en “-ei”, el sustantivo pertenece a esta declinación. Veamos unos ejemplos:
Res, rei --> Nos fijamos en el genitivo. Quinta.
Acies, aciei --> ¿Y esta? ¿También, verdad?
Fides, fidei --> Aquí igualmente “-ei”, ¿no?
Persa, persae --> ¿Pero y aquí? ¿Esta ya no, verdad?
Mare, maris --> Y aquí menos aún, ¿no es así?
Hay que estar muy atento, pues también nos pueden entregar el genitivo acortado: Planities, -ei. Mucho más fácil, si te fijas, pues solo tienes que centrarte justo en el final.

Identificación sin enunciación


Si nos entregan la enunciación, identificar se hace una tarea medianamente fácil. ¿Pero qué pasa si no la tenemos? ¿Qué ocurre si vemos la palabra suelta, ya declinada?
Pues el proceso cambia un poco, pero sigue siendo fácil. ¡Tenemos que fijarnos en la vocal del tema! Si esta es una “e”, será de la Quinta casi con toda seguridad. Si es cualquier otra, pertenecerá a otra declinación.
Como podrás deducir, ¡para este método hay que saberse al dedillo las terminaciones de todas las declinaciones!
Veamos algunos ejemplos:
Effigies --> Si le quitamos la terminación “s”, tenemos “e”. Por tanto, Quinta declinación.
Speciem --> Eliminando “m” tenemos “e”, así que Quinta otra vez.
Diebus --> Si ignoramos “Bus”, terminación de dativo y ablativo, volvemos a tener “e”, por lo que volvemos a la Quinta.
¡Pero tenemos algo que añadir! ¡Hay que tener muchísimo cuidado con la Tercera Declinación!
El acusativo singular, el ablativo singular, y el nominativo, vocativo y acusativo plural de la Tercera declinación, pueden coincidir con la Quinta. Así, tenemos por ejemplo:
Caesarem --> Acusativo singular de la Tercera
Hoste --> Ablativo singular de la Tercera
Urbes --> Nominativo, vocativo y acusativo plural de la Tercera
¿Quieres más? Pues pasa por aquí para seguir leyendo sobre las características de la Quinta Declinación.
O, si ya te las sabes, pasa por aquí para ver las terminaciones.
¡O ven por aquí y haz algunos ejercicios!