Fotografía: Fer González | Noches del Botánico
Después de la jornada protagonizada por Los Estanques y Anni B Sweet y McEnroe, regreso al Real Jardín Botánico Alfonso XIII de la Universidad Complutense de Madrid, nuestro edén particular. En el menú, el reencuentro con Quique González con motivo de su gira '25 aniversario' y el descubrimiento de Allison Russell en esta séptima edición de Noches del Botánico. Tal cual, para qué tratar de engañarte. No conocía a esta artista nacida en Montreal, Canadá, que grabó sus primeros discos formando parte de Po' Girl, Birds of Chicago y Our Native Daughters y que en 2021, con Outside Child, emprendió una carrera en solitario cuyo siguiente álbum, The Returner, verá la luz este mismo verano.
Fotografía: Fer González | Noches del Botánico
De manera que, a partir de las 20:45 horas del 18 de junio —domingo para más señas—, tuvimos la oportunidad de descubrir a qué sonaba Allison Russell. Me refiero a que, investigando por aquí y por allá, y al ver aquel banjo en el escenario, pensé que su directo sería Americana y Folk sin medias tintas. Por ello me sorprendieron aquellos ritmos y sonidos de Blues, Soul, Jazz e incluso africanos. Pura diversidad, todo un cóctel que convenció al público en la pista. Hasta tal punto gustó la propuesta de Allison y sus cuatro compañeras, que dudé acerca de si yo sería el único que no había hecho los deberes... "¡Muchas muchas gracias, hasta la próxima!", se despidió la artista norteamericana en castellano, antes de taconear junto a su banda y de abandonar el escenario con puntualidad a las 22:00.
30 minutos después, con la misma puntualidad, Quique González apareció bajo los focos junto a Toni Brunet (guitarra), Jacob Reguilón (bajo), Eduardo Olmedo (batería) y Raúl Bernal (teclados y más). Precisamente ninguna canción de aquel disco Personal de 1998 fue la elegida para comenzar a repasar los 25 años que ha cumplido el debut del artista madrileño. "Tiembla como si fuera la primera vez, como si fueras a largarte después y no quisieras...", ese honor —y su correspondiente ovación— recayó en Miss camiseta mojada, de su tercer álbum Pájaros mojados. Restos de stock fue la siguiente en sonar. Por cierto, sucedió justo después de escuchar el primer "¡Quique, te quiero!" entre el público que abarrotaba la pista y ocupaba el graderío en gran medida.
Fotografía: Fer González | Noches del Botánico
"Muchísimas gracias. Bienvenidos, amigos. Para mí es un honor haber compartido este escenario con
Allison y una banda sensacional", saludó el cantautor, tan atento como siempre, antes de dar buena cuenta de una Kamikazes enamorados muy coreada en todo el recinto y en la que se lució Raúl con las teclas. "Como sabéis estamos celebrando 25 años desde el primer
disco, pero vamos a recordar canciones de todos...", y cuando quise darme cuenta, el personal ya estaba acompañando con palmas Cuando estés en vena, otra escala en Daiquiri Blues. "¡Vamos, Quique", voceó alguien como si aquello fuera un partido de tenis en la Caja Mágica. De manera que como Rafa Nadal no, pero "like a Rolling Stone" sí, porque el tema que cayó a continuación fue Fiesta de la luna llena.
Alrededor de las 23:00, tras dedicar unas palabras al disco Avería y redención y al guitarrista Javier Pedreira, el personal volvió a darlo desde los primeros versos de Pequeño Rock and Roll: "¿Quién te espera en una habitación de hotel? ¿Quién se estrena cuando tú te estrenas también?". Se cantó tanto entonces, que después se pudo escuchar cada detalle de Puede que me mueva y disfrutar de Toni en particular, menudo escudero de lujo.
Fotografía: Fer González | Noches del Botánico
La calma duró lo que tardó la banda en empezar a repasar Salitre 48, aquel segundo disco publicado en 2001: "Es hora de sacar el orgullo de barrio, pero la calle hierve a 39 grados. No hay nadie que se atreva a salir", y entre ovaciones y algún "¡Quique, te quiero!" más, sonaron 39 grados, La ciudad del viento y Salitre. "Fue un disco que me dio muchos quebraderos de cabeza al comienzo, pero al final me dio muchísimas alegrías", comentó Quique y Salitre deparó uno de los momentos más especiales de la noche porque costó escuchar al cantante entre tanta gente, y eso que acabó al filo del escenario: "Bañada en salitre, flota en la memoria de los días grises. Fumo en la ventana, veo tu silueta sobre el arrecife".
"¡Te juro que estoy mejor!", rugía el público una y otra vez al son de Sangre en el marcador, mientras Toni despachaba algunos de los mejores riffs del concierto. "¡Cuando éramos Reyes!", insistía cierto individuo, pero el tema que se escuchó instantes después fue Su día libre. Por cierto, acabo de escribir "se escuchó" porque en esta ocasión unos cuantos no dudaron en mandar callar a la 'Cofradía de la Charleta' —tal y como le gusta a Julio Martí, Director Artístico del festival— para que pudiéramos escuchar la letra desde el principio y en condiciones: "Hay una rubia cargando el rifle, la llevé a cenar a un lugar horrible en su día libre...". Orquídeas, Avería y redención, El relámpago... a medida que la medianoche se nos echaba encima, más veloz transcurría este 25 aniversario que deparó otros momentos tan especiales como La casa de mis padres, Y los conserjes de noche —por fin, la única pieza rescatada de su debut Personal— o ese himno de título Vidas cruzadas que nunca falla a modo de broche. "Qué fabulosa noche nos regalasteis el domingo en Madrid. Sinceramente, fue de las más emocionantes que he vivido en la ciudad donde nací", comentó Quique González en sus redes sociales después... no fue para menos. El honor también fue nuestro.Texto: Alberto C. MolinaFotografías: Fer González | Noches del Botánico
Fotografía: Fer González | Noches del Botánico