He vuelto a escribir aquí luego de más o menos un mes. Y para mi regreso triunfal les vengo a escribir sobre algo que no solo me molesta, me ENFERMA.
En nuestro querido mundo actual (o al menos en el occidental) estamos plagados de mucha mierda, demasiada. Somos una generación que come mierda, que compra mierda, que trabaja en y por mierda. Y toda esa mierda se la estamos regalando a los hijos de la generación que viene. Me refiero señores y damas que me leen a que estamos descuidando no solo nuestra generación, si no también la que viene en camino a paso lento pero seguro. En el verano me tocó conocer a un primo, con una visita de familia. El niño no se si sabía siquiera leer de corrido pero si que sabe usar el celular. No tengo idea de si acaso puede hacer una multiplicación o siquiera ordenar los números pero vaya que si sabe poner videos de Youtube y los comandos de su juego favorito.
Este caso se repite en todos lados, es que no se como nadie se ha dado cuenta. ¿O acaso simplemente nos da igual? Cientos y cientos de madres y cientos y cientos de padres comprando teléfonos de alto precio para sí y para el niño. Incluso en el país dónde vivo los comerciales de televisión de estas grandes empresas que te venden teléfonos e internet promueven la idea de que está bien y es normal que el crio pase la vida entera y más dentro de la pantalla. Y si le preguntas a cualquiera te dirán que los niños son lo más listo que tenemos, que manejan las tecnologías como si hubiesen estado con ellas desde siempre. ¡Y ES QUE HAN ESTADO DESDE SIEMPRE CON ELLAS! Por que es tan fácil darle un juego al niño para que no moleste y poder ir tranquilamente a ver la televisión, o estar en el teléfono igual que el hijo, o irse al cuarto a tener sexo o masturbarse. No son capaces de ver que están encerrando a los niños en una esfera de ignorancia. Hay algunos que ya no saben como divertirse sin usar sus juegos ni el internet. Conozco varios que de no ser por que en las escuelas les ordenan leer ciertos textos jamás hubiesen tomando un libro fuera de la sala de clases.
Puede que esto suene demasiado exagerado, que las escuelas se encargan de enseñar lo útil y después «la niña vera que hace» pero ya sabemos que ese cuento no acaba bien. Es demasiado importante que todos los que tienen la tarea de tener una cría, sea que la hayan querido o no, sean conscientes de que sus hijos vivirán en la mejor época de la historia de la humanidad, pero con el riesgo de que cada época se las arregla para crear un tapón para que las cosas no resulten tan buenas como se creía que iban a ocurrir. Necesitamos niños que piensen, no que presionen botones. Nos faltan nuevos inventos, nuevos pensadores, y esos difícilmente van a llegar pasando días enteros frente a las pantallas, dañando los ojos y quedándose sordos antes de la treintena.
Ya, paremos el bombardeo, los teléfonos y la tecnología nueva en general obvio que es buena, nos mejoró la vida como nunca había ocurrido. Pero, sin ignorancia, por favor, que me carga como en la supuesta época de la libertad estamos viviendo con tanto miedo. En la época de la libertad sexual da miedo decirle al crio que vas a tener sexo. Cuando hay naciones con marihuana legalizada, se sigue diciendo a los jóvenes que las drogas son simplemente malas, con miedo de decirles lo que son de verdad, como funcionan, lo que hacen. En la época de la libertad vocacional ( estudiar y hacer «LO QUE TE GUSTA», gran tema para un artículo, por cierto) se sigue teniendo miedo de cambiar la educación. Y todos los problemas que tenemos ahora les van a llegar a los que ahora juegan en el celular todo el día, y no van a estar listos.
Antes de acabar, les dejo unas preguntas que me ha surgido escribiendo esto.
¿Los conocimientos clásicos (pintar, dibujar, leer, etc) han llegado al punto de ser reemplazados por las nuevas tecnologías? ¿El entretenimiento individual sin límites será clave en el futuro como lo es ahora?