Captura de pantalla de algunos tuits de Guillermo Zapata
Ha sido penoso, como siempre, ver a los acólitos de uno y otro bando político enzarzados en batallas mediáticas. Todos han encontrado algún comentario del rival político en alguna red social digno de la dimisión inmediata. Y por supuesto, todos justifican los tuits de sus admirados líderes. Lo dicho: Pueril. Ha habido incluso quien ha comparado los comentarios de las redes sociales con la contabilidad B, o las cuentas en Suiza... Como ven, seguimos anclados en el "y tú más" que tanto daño hace a la sociedad, pero que permite a los políticos tener siempre la última palabra. ¡Qué asco de país!Imagino que a ninguno de estos políticos de medio pelo se le ha ocurrido que no hace falta que otro cometa una falta más grave que la propia para dimitir. Hay que dimitir de un cargo público por decencia. Cuando uno se equivoca pide perdón. Pero cuando alguien además ostenta un cargo junto al perdón debe ir la carta de dimisión. Sin contemplaciones. No hay que esperar que la sociedad sea un clamor. Tampoco entiendo que se dimita de un cargo y se siga conservando el acta de concejal o de diputado. Si se dimite se hace con todas las consecuencias... ¿o lo que realmente interesa es el vil metal?Piensen.Sean buenos.La canción regalo de hoy es Hello, goodbye. Todo es una contradicción. A lo mejor yo soy muy pesimista, pero esta canción expresa perfectamente el sentir del artículo. Jamás llegaremos a un acuerdo. Con todos ustedes: ¡The Beatles!
https://www.youtube.com/watch?v=zkH3PdDZZuA