Me da mucha vergüenza escuchar a los representantes políticos de Canarias. Es verdad que los del resto del país no se quedan atrás, la mayoría son ridículos en sus actos y presupuestos, con sus batallas y sus peleas, y sus arrogancias, y sus demagogias. (No sé en qué escuela filosófica han aprendido, porque esto, lo de la demagogia se lo saben bien, pero bien).
Estos días se ha hablado mucho de César Manrique. Se cumplió el 20 aniversario de su muerte. Mi amigo Miguel G. Morales, del que ya he hablado en este blog (con el que he colaborado en varias producciones, y con el que me inicié en este
Fotograma de Taro, el Eco de Manrique
proceloso mar de la información) ha estrenado un documental sobre la faceta militante en el ecologismo del artista conejero, Taro, el eco de Manrique, el que por supuesto recomiendo enormemente.
En él Morales traza unos interesantes mapas, a través de los archivos y hemerotecas, de la visión de César sobre el desarrollismo, el urbanismo, el ecologismo -tan acuciantes en los ochenta cuando el propio Manrique estaba vivo, y tan agobiantes ahora cuando ya no lo está, y los políticos incluso se aprovechan de su memoria para clavarnos hasta el tuétano sus dagas envenenadas.
Quiero apuntar, no obstante que yo no comparto con los presupuestos que defendía César Manrique muchas cosas. Y así lo he manifestado cuando se me ha preguntado. Pero yo no soy representante público, y no hago lo contrario de lo que pienso, o lo que digo.
Escuchar a Paulino Rivero (el presidente del Gobierno de Canarias) alabando la figura de Manrique me ha parecido una falta de cordura, de congruencia, y de respeto para con el propio César, para con su legado, y lo que es peor y más doloroso, para con los canarios.
Los de CC suelen hacer esta jugada, la de voltear la tortilla hacia sus intereses. Ya lo hicieron con García Cabrera, por ejemplo, cuando incluso pusieron en sus labios posturas nacionalistas, nada más lejos de las ideas del gomero, universalista donde los haya, separado de localismos, regionalismos y grupismos varios.
Y ahora sale Paulino para decir que con César estaríamos mejor (llevándoselo así a sus propias filas); el mismo Paulino que representa a un Gobierno que ha modificado a su antojo el catálogo de especies protegidas, o el aumento de camas hoteleras, el mismo que creó una Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural cuyo director se fue a la espantada porque ya no podía ser más incongruente el propio nombre de la institución con las cosas que el Ejecutivo le planteaba, etc, etc.
Mi compañero y amigo Juan García Luján escribió el pasado día 26 un artículo en su blog Somos Nadie que me indujo a escribir este que Vd., apreciado lector, está leyendoahora. Reproduzco aquí sus cuestiones sobre el tema:
Señor presidente manifestó usted ayer que Canarias está en deuda con César Manrique porque el artista lanzaroteño creó conciencia sobre el medioambiente. ¿Es usted el mismo político que cerró filas con sus compañeros de partido implicados en el caso Unión?¿Es usted el mismo presidente que mandó a su consejero a negociar con los promotores de 21 hoteles ilegales que según el Tribunal Supremo deben ser demolidos?¿Es usted el mismo presidente que aprobó un catálogo de especies canarias con la comunidad científica en contra? Señor Presidente, los calores de estos días le están cambiando la personalidad de forma positiva, esperemos que con el fresco del otoño no vuelva a ser usted el de siempre
Yo además le preguntaría: Quosque tandem, Paulino, abutere patentia nostra? como reflejó hace mucho Ciceron en la primera Catilinaria, ¿hasta cuándo abusarás de nuestra paciencia, Paulino? ¿hasta cuándo nos seguirás haciendo tontos?