mercredi 12 février 2025

Fin de semana en París






Ya sé lo que me vais a decir, queridos amigotes, amigotas, lectores y analfabetos varios, ¡Pues vaya una baifa, hablarnos de París a estas alturas si el gurriato de Sorokin ya ha debido publicar como siete o seteciantas entradas contando sus viajes a París!. Pues sí, es cierto, pero la verdad es que no hay manera de tenerme callado, que soy un aburrido, y siempre contando las mismas cosas.
Pues es verdad, pero es que si no lo cuento me da la "tiricia" (que debe ser una variante más salvaje de la ictericia)
 Pues sí es así, pero este viaje tuvo algo de especial, y es que íbamos a celebrar el cumpleaños de unas amigotas, como Dios manda, en París, que no es que sea más barato que Bruselas, que sí lo es, pero que tiene su "charme",

Total, en el Eurostar es como una hora y media de trayecto:



Y ¡hale! ya estás aquí. O allí, vamos. Fuimois a un hotel que antes, en los buenos tiempos había sido un cabaret famoso "Le chat noir" que está en el mismo Pigalle y que, además de hotel, tiene un bar/restaurante, lo que sea, que está muy bien, como podéis ver:



Vuestro seguro servidor bloguero, no dejó pasar la oportunidad de zamparse una sopa de cebolla:




En fin, en Pigalle hay para dar y tomar bistrots, bares, chigres, o como los queráis llamar, que están siempre llenos:



Además, si tenéis un apretón, no me digáis que no están bien preparados:



Pero en fin, nuestro grupo decidió probar uno de los sitios más populares de París: el "Bouillon". Vamos hay varios, pero el de Pigalle lo teníamos al laíto. No se puede reservar, es cuestión de hacer una larga cola, pero en general todo va rápido:




Uno (yo mismo, para serviros) que ya se había tragelado la sopa de cebolla, se contentó con unos caracoles a la Borgoñona. (que no se diga que no iba a cumplir con las tradiciones del país) . Cuando se os pase por el caletre daros una vuelta por París, os lo recomiendo. La comida no solo es buena, es más bien barata. Por eso estaba lleno de jóvenes con cara de estudiantes




Pero en fin el objetivo del viaje era celebrar los cumpleaños en el "Moulin Rouge". No me digáis que no es cosa fina y elegante:




Así es que fuimos al día siguiente-, Lamentablemente, no me dejaron sacar fotos del espectáculo. Solo de la mesaa y de la comida. C.omo este foie gras



 

O estas vieras. Bueno, como hacen por el continente , son solo el corazón de las vieras al que le ponen salsita. No sé que rayos harán con el coral, tan rojito y tan bueno:




Y vale, ya no os robo un segundo más de vuestro valioso tiempo, que suponge que os estáréis relamiendo ante la vista de tan delicados manjares.

Al día siguiente, tras dormir lo necesario, nos fuímos (¡Cömo no!) A dar una vuelta por Montmartre. Pero hacía tanto frío que la Place du Tertre que normalmente está bullendo de pintores, estaba casi vacía



Pero bueno, fue un fin de semana agradable. Yo hacía un par de años que no iba por París, así que me lo pasé bien. Eso sí, ni pisamos el Barrio Latino, ni Notre Dame, ni nada. Moulin Rouge, Y nota: el restaurante Bouillon está bien, solo tenéis que armaros un poco de paciencia. Otra cosa: como el champagne es caro yo pedía Cava que aquí en Bruselas , es normal. Pero ¡ay! en Paría pides Cava y te dan un "prosecco" italiano que hay que echarle, coraje y valor para beberlo.

He sido veloz ¿o no? 

Besotes variados


samedi 7 décembre 2024

Viaje a Portugal , segunda parte: al norte del Duero. Guimaraes y Braga

 



Hola mis queridos y aburridos lectores. ¿Os creíais que os había dejado en paz con el rollo de mi viaje a Portugal?  Pues no, estábais errados (ojo, que he dicho "errados" y no "herrados", que yo sé que eso no es así, que sois gentes muy agradables y simpáticas, si no, no me aguantariáis) Pues os digo, que me quedan cosas que contar, y no me las voy a tragar, que hoy llueve y hace frío en Bruselas y no me apetece salir.

No os he hablado de mi barco. Mi barco se llamaba "Queen Isabel" y era gente muy simpática y amable. Tanto la tripulación como el servicio. Por no deciros más, hasta celbraron el cumpleaños de algunos malencarados pasajeros, como este que aparece en la foto:







Con el staff del comedor

Aparte de ese detalle, nos obsequiaron con espectáculos, conferencias y otras alegrías.

Hoy me toca hablaros de las visitas que hicimos en autobús, al norte de Oporto. Braga y Guimaraes:




Como veis, tambien hubo una sesión de fados, Aunque no me quedó claro si eran estilo Coimbra o estilo Lisboa. Ya aprenderé.

Un poco de rollo histórico: Portugal es independiente desde el siglo XIII: En principio, era un condado dependiente del Reino de León, pero el devenir histórico lo empujó a la independencia. Luego, luego os hablo de Guimaraes, que es la ciudad donde nació Portugal, pero no se os impacientéis, gurriatos. Primero os voy a hablar de Braga, que es la capital de la provincia donde está Guimaraes.

Braga es un ciudad grande, para los estándares portugueses. La catedral, como todas las del norte de Portugal, es románica:



A nosotros nos llevaron a comer a un parador (no hice fotos, se me hubiera atragantado el solomillo que, por cierto era muy bueno


El problema es que se puso a llover y nos tuvimos que proteger en un café del centro, que como veis, es un local de lo más genuino;



Pero vamos con Guimaraes. Como os he dicho, es el centro espiritual del Portugal independiente. En un principio, el conde de Portugal luchó junto con Castilla y León en contra de los invasores  Musulmanes, que dominaban toda la península ibérica.

Como podéis ver, si os dejan sueltos en mitad de la ciudad, seguro que no sabéis si estáis en Galicia o lgo similar:



Pero lo más interesante es visitar el Castillo de Guimaraes, con buenas tapicerías flamencas:





Bueno en ese mismo recorrido, nos llevaron a Lamego, Duero arriba, con otra catedral románica




Aunque lo más interesante es una imagen de la virgen embarazada que está en el Museo de Lamego.

Otro tema apasionante es el de las cavas de vino de Oporto. Nosotros estuvimos en las cavas de Porto Calem, que está en Vilanova de Gaia



Y las cavas Sandeman, que están en un recoveco del Duero:






La verdad, yo no sabía que había tantas variedades del vino de Oporto: Blanco, Rojo, Ruby, Tawny.
En fin, ya aprenderé:

Bueno, os dejo por hoy, mis amigos. Prometo no hablar más de Portugal

Besotes sin cuento de vuestro Sorokin

mardi 12 novembre 2024

Viaje a Portugal, remontando el Duero



Buenas tardes, queridos lectores y amigos. Heme aquí de nuevo dispuesto a daros la brasa, la turra o el rollo, como queráis, para contaros mi aventura portuguesa. La historia es que vuestro seguro servidor hizo un crucero por el Duero y os voy a contar varias cosas.

Mi viaje empezó en  Oporto, nos embarcamos en un barco con todos las lujos (Sorokin no iba a ir en cualquier barquichuelo)

Estuve en Oporto hace años, pero quedé encantado como la ciudad había evolucionado en los últimos tiempos, convertida en una de las ciudades más bellas de Europa (y conozco a casi todas).

 Ambas riberas del Duero ofrecen entretenimiento en vivo durante el día y la noche. Como podéis ver, aquí os pongo unas fotos de la vista de Oporto desde Vilanova de Gaia.




Vilanova de Gaia, al otro lado del río Duero



Ambas ciudades están unidas por varios puentes. Como supogo que sabéis, el más impresionante es el puente Eiffel que se puede ver en la foto de cobertura.

La ciudad de Oporto es también un destino turístico, con sus calles en cuesta. Estuvimos en la Catedral, donde el exterior y la arquitectura no puede ser más románico 


 Su construcción data de los siglos XI y XII, cuando Portugal inició su tradición histórica. Posteriormente se añadieron elementos góticos y barrocos. El oro y la plata se reflejan en todas las partes, en los altares, en las capillas:




el


Otro edificio  destacado es la Bolsa de Comercio, con un interior magnífico



Después del primer día en Oporto, el barco empezó a remontar el  Duero. El Duero mantiene una considerable diferencia de nivel entre la parte española y la desembocadura en Portugal. Este desnivel es muy útil para la creación de centrales hidroeléctricas, pero no es fácil enfrentarse a una catarata en el barco, por eso son necesarias cinco esclusas entre Oporto y la frontera: Pocinho, Valeira, Regua, Carrapatelo y Crestuma. . El desnivel más profundo es el de Carrapatelo, que tiene un desnivel de 35 metros. 

El paso de la esclusa es impresionante, porque el barco pasa muy justo, unos centímetros entre el borde del barco y el borde de la esclusa.




  Esclusa de Carrapatelo







El Barco sigue hasta Regua, donde tuvimos que coger un autobús, para hacer un primer viaje hasta el Palacio de Mateus (sí, ese, ese, el del vino rosado Mateus, muy apreciado en Europa, pero que su servidor no aprecia demasiado) Eso sí, los jardines son magníficos.







El autobús continuó hasta un hotel rural.



Donde nos dieron de cenar, tras escuchar el discurso de la marquesa/propietaria


Eso sí, había un sujeto impresentable en el exterior del Hostal:


Bueno, mis queridos amigos: la próxima vez os cuento más cositas.

Besotes


samedi 5 octobre 2024

Pájaros en la boca de Samanta Schweblin

 


Mis queridos y sufridos lectores. Me vais a perdonar que vuelva otra vez con una reseña o torpe comentario sobre el último libro que he leído. Es que no se me ocurre otra cosa que hacer. Podría ir a la playa, cosa que me repatea, o podría entonar simpáticas canciones para ir aniquilando el espeso aburrimiento, que en el fondo es lo natural entre los aburridos, como vuestro amado/detestado bloguero (táchese lo que no corresponda). Pero en fin, vamos a ello. Os decía que acabo de leer un libro que me ha dejado bastante perplejo.

Samanta Schweblin es una de las escritoras de última generación argentina. Nació en 1978 en Buenos Aires, y en estos momentos según cuentan las crónicas vive en Berlin (supongo que con ese nombre no tendrá problemas con el alemán, no como menda, que llevo peleando con él desde hace mas de cuarenta años, y todavía no sé muy bien donde poner los genitivos cuando son necesarios), pero en fin, ese no es el objeto de este simulacro de blog.



Samanta Schweblin



Como ya os he dicho, nació en Buenos Aires, donde abundan los hombres invisibles, como se ve en mi foto y se idolatra a Gardel, como en esta escultura del Café Tortoni.




Pero a lo que vas, Sorokin, a los cuentos de la Schweblin. Os quedaréis pasmados y ojipláticos, porque, la verdad, son sorprendentes. No responden a ningún esquema literario establecido, aunque algunos son más comprensibles que otros. No son cuentos de terror, como los de Mariana Enríquez, aunque algunos, rozan levemente la posibilidad del terror, como en "Matar a un perro"


O "la pesada maleta de Benavides", aunque algunos sean simplemente sorprendentes, como en "la mariposas", donde un grupo de padres que esperan a sus hijos al salir de la escuela, se ven rodeados de mariposas




Otro que obedecería a un esquema más clásico es "la medida de las cosas", donde un joven rico se encapricha con una juguetería y, acogido por los dueños, se dedica a reordenar los artículos, con gran éxito al principio y gran fracaso al final, hasta que aparece su madre y la da unos buenos cachetes


También más comprensible, aunque profundamente angustioso  es "hacia la alegre civilización". En una estación de ferrocarril de provincias, el jefe de estación no quiere vender boletos al protagonista, que debe permanecer junto con otros que están en su misma situación. Los viajeros que no han podido viajar se dedican a trabajar en el campo del jefe de estación, que no deja detenerse a ningún tren.




En otro cuento, más de "podríamos llamar terror" un grupo de niños se dedican a cavar un hoyo. Un día, el hoyo aparece como un montón de tierra y los niños, desaparecen, aunque se oyen ruidos subterráneos.




El otro cuento que más me ha sorprendido es "El Olingiris", donde varias historias se mezclan: El Olingiris es un pez , que se supone que deja embarazada a una profesora particular. La profesora, y ahí empieza el lío, da clase a una asistenta. El trabajo de la cual, no es para contarlo. Os lo leéis, que da una grima especial 


Y hast aquí llego hoy, mis queridos amigotes, que me tengo que ir a la piscina. Venga, besotes de vuestro Sorokin