Pollo asado con champiñones al limón

Limpia y corta los champiñones, retirando el extremo de los tallos. Rocíalos con zumo de limón. Pela los ajos y la cebolla, y retírales el germen a los primeros. Corta los ajos en láminas finas y la cebolla, en juliana. Coloca los champiñones en el fondo de una fuente refractaria, con la juliana de cebolla, las láminas de ajo y unos gajos de limón, y salpimienta.

Unta los trozos de pollo con aceite, espolvoréalos con sal y pimienta, por todos lados, y riégalos con un hilo de zumo de limón. Riega con un chorrito de aceite los ingredientes de la fuente, remueve y dispón encima los trozos de pollo, con la piel hacia abajo.

Introduce la fuente en el horno precalentado a 180 grados, a media altura, asa el pollo y las verduras durante 30 minutos. De vez en cuando riega con su propio jugo para que no se reseque el pollo. Retira del horno. Dale la vuelta a las piezas de pollo y remueve los champiñones. Vierte un poco de cava o vino blanco y más zumo de limón. Prosigue la cocción durante 15 minutos. Ya solo queda servir.

Espaguetis con setas y jamón

En una cazuela calentamos un chorrito de aceite de oliva. Rehogamos las chalotas o cebolletas troceadas y una vez que estén transparentes añadimos el pimiento verde (a mi me gusta trocear la verdura en juliana). A tu gusto puedes añadir ajo muy picado. Salpimentamos y dejamos que se haga un poco el conjunto. 

Echamos el jamón en pedacitos o en tacos, damos unas vueltas y colocamos también las setas troceadas (portobello, shiitake, champiñón o las que prefieras), subimos el fuego, vertemos un vaso de vino blanco, dejamos que se evapore el alcohol y tapamos la cazuela unos minutos para que los champiñones se hagan. Una vez listos agregamos salsa de tomate a nuestro gusto y albahaca. Rectificamos de sal si fuese necesario y cocemos durante unos 10 minutos el conjunto a fuego bajo.

 

Aparte cocer los espaguetis como siempre, en agua salada y el tiempo en función de la pasta elegida. Una vez escurridos los enfriamos con agua fría, y los añadimos a la salsa preparada.  Bien mezclados y con la temperatura a tu gusto, servir inmediatamente. Puedes presentarlos con queso rallado, pero ya son muy sabrosos. 

Flores de alcachofa

Preparar una fuente con agua fría, sal y el jugo de medio limón.

Limpiar las alcachofas: cortando el pie, quitando varias capas de las hojas más duras, y cortando la punta. Para que no se pongan negras sumergirlas en el agua fría preparada con el zumo de limón.

Llevar agua a hervir y cocer las alcachofas unos diez minutos. Volver a introducirlas en el agua fría.

Preparar en un bol un aliño con: ajo muy picado, sal y pimienta al gusto, perejil, el zumo de medio limón y aceite de oliva.

Colocar las alcachofas en una fuente de horno (con papel vegetal) y con cuidado abrir las hojas con la forma de flor.  Sobre cada una poner el aliño preparado anteriormente.

Introducirlas en el horno precalentado a 180 grados durante 25 minutos.  Se pueden disfrutar calientes o en frio.

Caracoles a la llauna

Empezamos nuestros caracoles a la llauna lavando muy bien los caracoles. Mientras llevas a cabo esta tarea, puedes precalentar el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo.

Sobre la bandeja o llauna donde prepararás los caracoles extiende una fina capa de sal. Sobre la capa de sal coloca los caracoles. Recuerda que deben estar boca arriba y separados entre sí, para asegurar su correcta cocción. A continuación, salpimienta al gusto los caracoles.

Añade un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra sobre los caracoles, así como los 40 ml de coñac, un ingrediente que, sin duda, potenciará su sabor.

Ahora, hornea la bandeja de caracoles durante 25 minutos, aproximadamente.

Mientras los caracoles están en el horno, pica el ajo y un poco de perejil fresco, que deberás añadir sobre los caracoles transcurrido el tiempo de horneado. Después, introduce de nuevo la bandeja en el horno durante 5 minutos más.