Aunque durante el primer fin de semana prácticamente se proyectan buena parte de las series que forman parte de la programación, las presentaciones oficiales tienen lugar a lo largo de toda esta semana. Estos días se han presentado dos de las series españolas que participan en el festival: Celeste (Movistar Plus+, 2024) y Los años nuevos (Movistar Plus+, 2024). Pero destacamos en nuestra primera crónica el carácter político de unas jornadas que han tenido a François Hollande, diputado de la Asamblea Nacional y ex-presidente de la República de Francia, ofreciendo una conferencia sobre la representación de los políticos en el cine y la televisión, en un país donde se han realizado destacadas series sobre el tema como Barón noir (Canal+, 2016-2020), La fiebre (Movistar Plus+, 2024) y más recientemente En la sombra (Filmin, 2024), que se estrena en España en abril. El estreno en Francia de la excelente M. El hijo del siglo (SkyShowtime, 2025), dentro de la Competición Internacional es otro reflejo de la mirada política que advierte del paralelismo entre el nacimiento del fascismo y los movimientos populistas actuales. Pero también hay otras formas de hacer política sin parecerlo, como la trayectoria de la gran protagonista de estos primeros días, la actriz, guionista, showrunner y directora Pamela Adlon, que ejerce como presidenta del jurado de la Competición Internacional.
PAMELA ADLON: SER MUJER COMO HERRAMIENTA POLÍTICA
En la Masterclass ofrecida ayer, la creadora norteamericana recordaba que es muy aficionada a ver series porque se crió dentro del mundo de la televisión. Hija del guionista y productor Don Segall, recuerda que "crecí dentro de ese mundo, en platós de rodaje, pero nunca pensé que iba a estar delante de la cámara. Cuando tenía nueve años, yo caminaba haciendo como que era productora, cogía un guión y lo colocaba debajo del brazo, y llevaba puesta una bufanda porque pensaba que todos los productores tenían que llevar bufanda". Uno de los primeros papeles como actriz fue en una serie en la que trabajó su padre como guionista, Los Jefferson (CBS, 1975-1985), creada por el dramaturgo Norman Lear, pero Pamela Adlon aspiraba a tener una serie, "algo que siempre quise alcanzar, pero nunca imaginé que llegaría a hacer, especialmente siendo mujer, porque en aquella época si eras mujer todo tenía que ver con tu físico y con tu edad, de forma que las limitaciones parecían cada vez mayores. De verdad pienso que todo ha cambiado, y yo a mis cincuenta estoy haciendo todas esas cosas que creía que nunca iba a hacer". Esos límites y jerarquías en el mundo de la televisión se reflejan en numerosos ejemplos: "Recuerdo que en una de las series en las que trabajé conocí a una mujer que era ayudante del showrunner, y consiguió que emitieran un episodio escrito por ella. Pero entonces se marchó de la serie, y cuando le pregunté por qué se había ido me contestó: Ya han emitido un episodio mío, ya no me permiten seguir trabajando como ayudante". Pero Pamela Adlon tuvo una carrera más regular gracias a su voz, y especialmente doblando a personajes de animación en series como El mundo de Bobby (Fox, 1990-1998), 101 dálmatas (Disney+, 1997-1998) y, sobre todo, El rey de la colina (Hulu, 1997-2025). La actriz neoyorquina recuerda que "mi actual agente de voz me escuchó en un anuncio publicitario de una marca de hamburguesas, y me ofreció un trabajo en una campaña de 7-Eleven que hice durante muchos años y fue mi principal fuente de ingresos. No pensé que mi voz fuera una herramienta que pudiera usar para ganarme la vida". Y cuenta que ni siquiera se había preparado para el casting de El rey de la colina: "En la prueba estaban Greg Daniels y Mike Judge [los creadores] y Greg me dijo: "No te lo tomes a mal, pero tengo que darme la vuelta para no verte. Había un dibujo de Bobby Hill [el personaje] en la pizarra y solo me dijeron que era un chico de 12 años". Pero su trabajo en la serie también la ayudó a aprender el oficio de guionista: "Aprendí mucho sobre cómo escribir guiones. En la mesa de guionistas todos eran graduados en Harvard y yo ni siquiera había sido admitida en la Escuela de Cine. No sabía utilizar el Final Draft, lo escribía todo a mano. Pero me di cuenta de que escribir podría ser una de las cosas que más me gustaban. Había mucha humanidad en los personajes, y en esa humanidad es donde encuentras el humor".
Pamela Adlon también se considera un poco pionera en alguna figura recurrente en el mundo del cine, especialmente cuando protagonizó junto a David Duchovny la serie Californication (SkyShowtime, 2007-2014): "Cuando leí el guión del piloto no entendí nada. No lo pillaba. Pensé que era demasiado oscura, pero después me di cuenta de que era una comedia. Cuando ves Californication piensas que solo va sobre sexo, pero en realidad los guiones son muy buenos. Entonces no existían los coordinadores de intimidad, pero como yo era madre, todo el mundo me pedía consejos sobre las escenas de sexo. Si había que rodar algún trío, las actrices más jóvenes me preguntaban, y yo las acompañaba a hablar con el director y les decía que no hicieran nada que no quisieran hacer. En cierto modo, en esa serie yo inventé a los coordinadores de intimidad". En Better things, Pamela Adlon abordó temas como la menopausia en un famoso monólogo, en el episodio Escucha a los gallos (T4E10): "Le mandé un email a todas mis amigas que se titulaba: "Barriga y barba", preguntándoles cómo se sentían al respecto. Y algunas me contestaron: "No le digas a nadie que te lo he dicho, pero mi vagina está seca". Me di cuenta de que muchas mujeres tenían vergüenza de hablar de ese tema, y entonces pensé en grabar una escena como si se tratara de un interrogatorio en una novela de Philip K. Dick, en la que mi personaje confiesa los síntomas de la menopausia". Pamela Adlon aparece como estrella invitada en la serie Mid-Century modern (Hulu, 2025), una especie de versión de Las chicas de oro (Disney+, 1985) pero con un trío de hombres homosexuales, que se estrena esta semana en Estados Unidos, y trabaja en su primer largometraje como guionista y directora. Respecto al carácter político de la escritura, afirma: "Creo que tengo una responsabilidad con el arte, el cine y la comedia, siempre caminando en ese filo complicado. Sin que nadie tenga que sacar los dientes contra mi trabajo porque ahora la gente tenga miedo. Si escribes con miedo, no va a funcionar. Mi superpoder es la confianza que tengo ahora".
LAS SERIES MÁS DESTACADAS DEL FESTIVAL
La adaptación de la vida del chef Antonin Carême como una figura pop se siente como un plato ambicioso pero carente de sustancia, un menú que se consume con facilidad pero acaba provocando indigestión.
La biografía de Antonin Carême es apasionante, no solo por ser considerado uno de los fundadores de la alta cocina francesa, sino porque su actividad se desarrolló en medio de grandes acontecimientos históricos del siglo XVIII. Se cuenta que a los ocho años, en 1792, tres años después de la revolución francesa, su familia negoció un contrato con un restaurante para que Carême comenzara a trabajar en la cocina, donde se convirtió en un talentoso pastelero a los 16 años. La serie se sitúa poco después del golpe de estado del 18 de brumario que en 1799 llevó al poder a Napoleón Bonaparte (Frank Molinaro), y le presenta como un popular repostero que trabaja con su padre adoptivo Sylvain Bailly (Vincent Schmitt) en París. Basándose en el libro Cooking for Kings: The life of the first celebrity Chef (2004), del escritor Ian Kelly (1966, Inglaterra), una biografía más tradicional, la propuesta que adapta Davide Serino (1988, Italia), guionista de Exterior noche (Filmin, 2022) y M. El hijo del siglo (SkyShowtime, 2024), con cuatro guionistas a su cargo, convierte al protagonista de la serie en un joven rebelde que se niega a trabajar para Napoleón. En realidad, se trata de un ejercicio parecido al que llevó a cabo Martin Bourboulon, productor creativo y director de los primeros episodios en su díptico Los tres mosqueteros: D'artagnan (2023) y Los tres mosqueteros: Milady (2023), una mirada más contemporánea a los relatos tradicionales. Inspirándose en estrellas de la música como Lenny Kravitz, el retrato de Antonin Carême (Benjamin Voisin) lo presenta como una figura popular, tan atractivo que es capaz de seducir a la mismísima Josephine de Beauharnais (Maud Wyler), la esposa del Emperador Napoleón, mientras se alía con su protector Charles de Talleyrand (Jérémie Renyer) para intrigar en contra del gobierno autócrata. Aunque la relación entre ambos es tan tensa que acaba siendo repetitiva en las continuas negativas de Carême a hacer lo que le pide Talleyrand, para finalmente acabar cediendo.
Uno de los problemas de Carême (Apple tv+, 2025) es que nunca encuentra el punto de equilibrio para definir lo que quiere ser, contando con buenos ingredientes (política, intrigas palaciegas, gastronomía) que sin embargo nunca llegan a cuajar. A veces es insoportablemente simple, como en la construcción básica del antagonista, el inspector Joseph Fouché (Micha Lescot), que es demasiado caricaturesco, pero al mismo tiempo deslumbra con una puesta en escena espectacular gracias a los escenarios suntuosos de la Opéra Garnier, el Palais des Tuileries y, sobre todo, el Palais-Royal. El trabajo de vestuario hace una buena composición en el diseño moderno de las chaquetas que viste el protagonista (se cuenta que el verdadero Antonin Carême fue quien introdujo los uniformes y gorros de cocina tal como los conocemos ahora). La serie también sabe reproducir los fogones de palacio en el siglo XVIII, en los que Atonin Carême desarrolló un estilo de gastronomía en la que predominaba la excelencia del producto y el diseño de los platos. Hay un episodio "top chef" en el que el protagonista participa en una competición gastronómica para elegir al mejor cocinero de Francia, enfrentándose a su ayudante Agathe (Alice de Luz), un personaje improbable que inevitablemente recuerda a The Bear (Disney+, 2022-). Aunque es más interesante el uso de las recetas con una intención política, como cuando en el Episodio 6 (T1E6) elige ingredientes determinados para introducir mensajes ocultos a un preso detenido por conspiración, ante las narices de Fouché. Pero Carême tiene un ritmo irregular que a veces la hace tediosa y repetitiva, quiere jugar con los cliffhangers sin conseguirlo del todo y se siente innecesariamente ficticia cuando la biografía del cocinero es lo suficientemente interesante como para no tener que inventar historias de espionaje.
Un recorrido político-cinematográfico por la filmografía de Costa-Gavras que sirve como excelente ejemplo del cine como mirada crítica, recordando el peligro de la indiferencia frente a los abusos.
Estrenada en el pasado Festival de Cannes, esta docuserie hace un recorrido en diez episodios por la trayectoria cinematográfica del director Constantin Costa-Gavras (1933, Grecia), pero situándola en su entorno socio-político, usando su cine para reflejar las transformaciones del mundo en el siglo XX. La serie se divide en dos partes: la primera, titulada L'espoir (La esperanza), transcurre entre 1950 y 1980, mientras que la segunda, La Résistance (La resistencia), aborda las décadas de 1990 a 2021. Siendo un cine comprometido, el repaso a sus películas, una en cada episodio, permite también abordar acontecimientos relevantes de la historia reciente europea. Le Siècle de Costa-Gavras (KG, 2025) nació de unas conversaciones entre el director y el periodista Edwy Plenel para una recopilación de sus películas que fue editada por el canal Arte, y de la que surgió un estudio sobre su filmografía titulado Todas las películas son políticas (2021), que además es el título del primer episodio, que está centrado en la película Z (Costa-Gavras, 1969). A través de imágenes de archivo, tanto de los films como de las noticias de la época, se establece un paralelismo entre la historia que se cuenta en la ficción y la realidad histórica. Z mostraba los acontecimientos que rodearon al asesinato del político demócrata griego Grigoris Lambrakis en 1963, ofreciendo una visión de la opresión de la dictadura militar que controlaba Grecia pero sin nombrarla como tal. En Z - Tous les films sont politiques (T1E1), el único entrevistado es el director, quien cuenta algunas anécdotas sobre la producción, habla de la participación del actor Yves Montand como protagonista y del escritor español Jorge Semprún como guionista, que se convertiría en uno de sus colaboradores habituales. El narrador, Edwy Plenel, habla de la película como "la verdadera crónica de un asesinato político. Un hecho real sublimado por el cine de Costa-Gavras". Y el director reconoce que nadie quería financiarla hasta que el productor francés Jacques Perrin (que también interpreta un personaje) la convirtió en una coproducción entre Francia y Argelia. El compositor Mikis Theodorakis, activo opositor de la dictadura, fue uno de los liberados de la cárcel cuando la llamada Junta de los Coroneles cayó en 1974.
Comenzaba Costa-Gavras su intervención en un coloquio posterior a la proyección del tercer episodio en el Festival de Cannes afirmando que tenía una sensación agridulce porque "veo que todos los colaboradores con los que he trabajado han desaparecido". Efectivamente, a sus 92 años, él es el único superviviente de una generación de actores, cineastas y escritores a los que recuerda en sus intervenciones en la serie. El episodio L'Aveu - La Vérité est révolutionnaire (T1E3) está dedicado a la controvertida película La confesión (Costa-Gavras, 1970), que adaptaba el libro La confesión. En el engranaje del Proceso de Praga (1968, Ed. Fondo de Cultura Económica), escrito por Artur London, uno de los funcionarios acusados de espionaje en 1952, torturado, obligado a confesar y sentenciado a cadena perpetua durante el régimen comunista en Checoslovaquia. La película fue escrita de nuevo por Jorge Semprún y protagonizada también por Yves Montand y Simone Signoret, aunque el director comenta que "ellos nunca pertenecieron al Partido Comunista. Eran simpatizantes, como muchos de los intelectuales franceses a partir de la década de los 50". Pero curiosamente su estreno se convirtió en polémico, debido a su fuerte denuncia del estalinismo, como afirma el propio Costa-Gavras: "Después de la proyección para los críticos, una persona conocida en los círculos intelectuales franceses le dijo a mi mujer: 'A su marido deberían colgarle'". El propio Artur London, en imágenes de archivo, se sorprendía de la reacción ante la película: "No entiendo por qué un libro que está considerado como positivo, incluso edificante, tiene opiniones tan contrarias al ser llevado a la pantalla". Pero Costa-Gavras lo explica afirmando que "el cine es una creación de emociones, y por tanto de reflexión. La respuesta inicial del espectador es experimentar una emoción, y tuvimos que luchar contra eso. De ahí surgió la brillante frase que se publicó en un periódico francés: 'De un libro comunista se ha hecho una película anti-comunista'". Hasta la perestroika de Gorbachov la película no se pudo proyectar en Moscú en un estreno en 1990, que fue rodado por Chris Marker, uno de los grandes documentalistas franceses. La idea que plantea Le Siècle de Costa-Gavras es que el cine político es un compromiso con la sociedad, y ofrece una mirada histórica que lamentablemente es muy actual, advirtiendo sobre el peligro de mirar hacia otro lado mientras se produce el desmantelamiento de la democracia, como afirma el narrador: "Costa-Gavras tiene razón. Con o sin Lenin, la esperanza siempre será la hija de la inquietud. Y la indiferencia siempre será nuestra enemiga".
© Ran MendelsonThe GermanIsrael, EE.UU. 2024 | 8x45' | Episodios 1 & 2 | Competición Internacional | ★★★☆☆Creada por Moshe Zonder, Ronitt Weiss-BerkovitzDirigida por Gabriel Bibliowicz |
Un thriller intrigante de los creadores de Fauda y Teherán que aborda las identidades fracturadas a través de la búsqueda de Josef Mengele, aunque a veces se siente demasiado turbio en el planteamiento de la historia.
Posiblemente las narrativas sobre el holocausto se han impulsado desde los atentados de Hamas contra Israel en 2022 y la posterior respuesta desproporcionada contra Palestina, como hemos visto en series con resultados bastante mediocres, como El tatuador de Auschwitz (Movistar Plus+, 2024) y con mayores aciertos como Fuimos los afortunados (Disney+, 2024). La última propuesta que aborda este tema, pero desde una mirada que se sitúa en los años setenta, es The German (Yes TV, 2025), una coproducción entre la productora norteamericana Lionsgate y el canal israelí Yes TV que se centra en la búsqueda del médico nazi Josef Mengele, a través del matrimonio formado por Uri (Oliver Masucci) y Anna (Ania Bukstein), dos supervivientes del campo de concentración de Auschwitz que, 25 años después, tratan de dejar atrás el pasado viviendo con su familia en un kibutz (una comunidad agrícola) a orillas del Mar de Galilea. Él trata de vender un sistema de depuración de agua, mientras ella quiere investigar qué ha ocurrido con otros miembros de su familia que estuvieron en campos de concentración, descubriendo en el Episodio 2 (T1E2) que Uri aparece como muerto en los archivos de Auschwitz. Pero la procedencia alemana de Uri también despierta el interés del Mossad, el servicio de inteligencia israelí, que pretende que se infiltre en Alemania dentro de una organización nazi que podría tener información sobre Josef Mengele, que sigue en paradero desconocido a pesar de la investigación realizada por los israelíes. Para conseguir que acepte la misión, el agente israelí Amos Shapira (Alon Aboutboul) chantajea a Uri con revelar que su hijo Eitan (Ido Tako) ha mentido a la policía en su declaración tras un accidente de coche en el que ha provocado la muerte de una pasajera. Los dos primeros episodios visionados en el festival ofrecen el planteamiento principal con eficacia, con algunos giros de guión que recuerdan a la versión original israelí de Your honor (Kvodo) (Yes TV, 2017-2019), la serie tantas veces versionada en otros países, que ganó el Gran premio en Séries Mania 2017.
The German ha sido creada por la veterana guionista Ronit Weiss-Berkowitz (1954, Israel), creadora de series como La chica de Oslo (Netflix, 2021), y Moshe Zonder (1965, Israel), antiguo periodista y uno de los responsables de los éxitos internacionales Fauda (Netflix, 2015-2026) y Teherán (Apple tv+, 2020-), de la que su tercera temporada se ha estrenado este año en Israel, pero aún permanece sin fecha de estreno en la plataforma norteamericana debido a los ataques contra Palestina. Curiosamente, a pesar de que esta última se suele rodar en Grecia, The German se ha rodado entre Alemania e Israel, sufriendo durante la producción numerosas pausas en las que el equipo se vio obligado a pasar tiempo en refugios antiaéreos. El actor alemán Oliver Masucci tuvo que aprender hebreo para interpretar a su personaje, aunque buena parte de la acción después de los primeros episodios transcurre en Alemania. Interviniendo en la popular serie Dark (Netflix, 2017-2020), Oliver Masucci fue el protagonista de la premiada miniserie Herrhausen: El banquero y la bomba (Filmin, 2023), que recibió el año pasado el premio al Mejor Guión en Séries Mania, y curiosamente ha interpretado personajes relacionados con los nazis, como cuando encarnó a Adolf Hitler en la comedia Ha vuelto (David Wnent, 2015). El planteamiento de The German es intrigante y sugiere preguntas sobre el personaje de Uri, mientras que se establece como un thriller de espionaje que aborda las consecuencias del trauma y de una identidad fracturada a través de la figura de Josef Mengele, quien en la realidad usurpó la identidad de un antiguo nazi, Wolfgang Gerhard, instalándose en Brasil y muriendo de un derrame cerebral en 1979, siendo enterrado bajo ese nombre. Un examen forense realizado en 1985 por un equipo científico de Brasil, Estados Unidos y Alemania, determinó su verdadera identidad.
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PutainBélgica, 2024 | 10x35' | Episodios 1, 2, 3 & 4 | Panorama Internacional | ★★★★☆Creada por Frederik Daem, Zwangere GuyDirigida por Deben Van Dam |
Una excelente serie que refleja una juventud sin expectativas en Bruselas a través de un estilo visual contundente, para retratar un entorno urbano realista, pero que también se atreve con la metanarrativa.
Para las últimas semanas de 2024, la plataforma belga Streamz, un canal privado en lengua flamenca que tiene acuerdos con multinacionales como Paramount, lanzó una producción original que no se parece demasiado a un cuento navideño, sino que es un retrato bastante realista y algo pesimista de la juventud bruselense en una ciudad "que nos asfixia". A través del protagonista, Gigi (Liam Jacqmin), un joven de diecisiete años que compagina los estudios con algún trabajo esporádico como diseñador de camisetas y sudaderas, Putain (Streamz, 2024) ofrece una mirada que está influida en su forma y en su formato 16:9 por la película de culto brasileña Ciudad de Dios (Fernando Meirelles, 2002), pero también hace algunas referencias a otras historias sobre entornos urbanos juveniles como El odio (Mathieu Kassovitz, 1995), aunque sin recurrir demasiado a la violencia. La serie ha sido creada por Gorik van Oudheusden (1988, Bélgica), más conocido por su nombre artístico como el rapero Zwangere Guy, que también ha escrito algunos de los temas de una espléndida banda sonora de estilos variados e interpreta a Thierry, el padre de Gigi, y por el guionista Frederik Daem (1988, Bélgica). En sus primeros episodios sabe construir el entorno que rodea a Gigi, con una madre adicta, Anaïs (Liesa Van der Aa), que no es capaz de mantener su trabajo como camarera, y que acaba de volver con su ex-novio de mala reputación Fabrice (Roda Fawaz). Su amiga Rania (Hind) es una joven de origen norteafricano que también tiene problemas con su familia porque ha decidido ingresar en la Academia de Policía, mientras que Zola (Victoria Djamusala) es una joven idealista y Snokkie (Felix Heremans) tiene pocas expectativas de futuro. Aunque el tono es generalmente naturalista, la serie introduce algunos apuntes metanarrativos con sentido del humor, especialmente a través del curioso personaje Yves Zijlmans (Pierre Boeraeve), cuando comenta con Snokkie en Plus Vite (T1E4): "A veces tengo la sensación de que estamos siendo filmados y lo que decimos ha sido escrito por gente que se encuentra en un universo paralelo". Pero estos apuntes casi surrealistas son más una definición del personaje que una característica de la serie.
Por el contrario, Putain, que toma su nombre de la expresión que lanzan los protagonistas habitualmente, un "¡joder!" que define en cierta manera el constante conflicto con su realidad y con situaciones que se escapan a su control, es especialmente contundente cuando describe esa mirada urbana y grisácea de una ciudad sofocante. En Seul (Único) (T1E3), Gigi pasa un día con su padre Thierry (Gorik van Oudheusden), una especie de líder callejero que se queja constantemente del sistema, pero que acaba interesándose más por el partido de fútbol de la tarde que por su hijo. El propio creador de la serie se marchó de su casa cuando tenía 14 años y se refugió en el entorno de sus amistades, lo que en cierto modo se refleja en la historia que cuenta en la serie. Convertida en uno de los mayores éxitos de la plataforma Streamz en Bélgica, la historia consigue transmitir a través del multilingüismo, con una mezcla de francés, flamenco, inglés y árabe, la multiculturalidad que define a los barrios de Bruselas, los que conforman la auténtica ciudad que vive de espaldas a la imagen internacional del Parlamento Europeo. Y proporciona autenticidad la mezcla de actores no profesionales (la mayoría de los protagonistas jóvenes) con nombres reconocidos como Liesa Van der Aa o Roda Fawaz a los que hemos visto en series como El día (Filmin, 2018) y 1985 (Filmin, 2023). Putain es una de esas impactantes propuestas sobre la juventud que describen un horizonte incierto, pero al mismo tiempo celebran la amistad, las familias escogidas, la solidaridad y los sueños, aunque sean imposibles. Como cuando en Tout (Todo) (T1E1), Zola se ofrece a ayudar a Isaiah (Anthony Nti), un joven que vive en la calle: "¿Quieres ayudarme? Solo quiero jugar en la NBA. Si me das una oportunidad, como comprarme un billete de avión, conseguirme un pasaporte y esas cosas, estará bien", le contesta el joven.
Entre el drama humano que pretende homenajear a las víctimas del hundimiento del barco pesquero Bugaled Breizh, y la narrativa judicial a veces demasiado farragosa, esta miniserie mantiene el interés pero recurre a trucos algo forzados.
Al mismo tiempo que se presenta en la sección competitiva francesa de Séries Mania, esta misma semana se estrena en Francia, a través del canal Arte, una de las miniseries más esperadas, puesto que aborda una de las tragedias más sorprendentes que ha vivido el país en los últimos años: el hundimiento del barco pesquero Bugaled Breizh el 15 de enero de 2004 en el Canal de la Mancha, sin que aparentemente existiera una razón lógica para que se hundiera. Durante 12 años de investigación, se han planteado numerosas hipótesis, y la propia serie alterna el juicio que se celebró en los Tribunales Reales de Justicia de Londres en 2021, el que cerró definitivamente el caso, y la preparación del caso que fue llevado a la justicia francesa en 2014. En el hundimiento fallecieron cinco marineros, y en cierto modo se les rinde homenaje en la serie 37 secondes (Arte/Max, 2025), que toma su título del tiempo que tardó el barco en llegar hasta el fondo del mar, y que fue una parte fundamental de la investigación para averiguar qué había ocurrido, ya que se trata de un hundimiento demasiado rápido. Entre las teorías planteadas se encontraban el choque con un carguero o el impacto de un submarino, que fue adquiriendo cada vez más fuerza teniendo en cuenta que por el Canal de la Mancha se detectó la existencia de ejercicios de navegación submarina militar por esa zona. La serie aborda esta compleja investigación, quizás demasiado compleja para que quede del todo clara en seis episodios, pero enfocándose sobre todo en las familias, aunque algunas de ellas han preferido no participar en el proyecto. Como ocurre con Lockerbie: En búsqueda de la verdad (SkyShowtime, 2025), esta miniserie francesa destaca el empeño en tratar de encontrar el auténtico origen del desastre, a pesar de algunas reticencias de instancias políticas que preferían cerrar el caso lo antes posible. La protagonista es Marie Madec (Nina Meurisse), la cuñada de una de las víctimas, que impulsa la investigación junto al abogado Christophe Costill (Mathieu Demy), estableciéndose una especie de atracción romántica que parece algo forzada.
Pero 37 secondes no pretende tanto ser un reflejo exacto de los acontecimientos, sino acercarse a la parte humana a través de los conflictos personales que se establecen entre las propias familias de las víctimas, como Pierre Lemoine (Eric Pucheu), que cuestiona las líneas de investigación y contrata a la abogada Laurence Beinet (Léonie Simaga), que tiene una estrategia más agresiva. Las creadoras de la serie son Anne Landois y Sophie Kovess-Brun, que trabajaron juntas en la clásica serie Espiral (Engrenages) (AMC, 2005-2020), aportando su experiencia en la creación del suspense en torno a una investigación. Pero 37 secondes es más un drama humano que se hace preguntas sobre un desastre que, a pesar de haber sido cerrado oficialmente con una conclusión definitiva, aún mantiene algunas dudas. Uno de los personajes que acaba enfrentándose a las familias es Löis Jouan (Jonathan Turnbull), el propietario del barco hundido, sobre el que hay sospechas de que puede estar ocultando alguna deficiencia que pudiera haber provocado el desastre. Pero 37 secondes, que se mueve entre el drama y una narrativa judicial que a veces puede ser demasiado farragosa y explicativa, no recurre a los flashbacks en demasiadas ocasiones, hasta que en el último episodio hace una revelación que puede cambiar la perspectiva que hemos tenido de algunos personajes. Se siente como un truco demasiado forzado para una serie que consigue destacar especialmente en sus primeros episodios gracias a un emocionante trabajo de Nina Meurisse, a la que hemos visto anteriormente en La fiebre (Movistar Plus+, 2024).
En la sombra se estrena en Filmin el 15 de abril.
Astérix y Obélix: El combate de los jefes se estrena en Netflix el 30 de abril.
Carême se estrena en Apple tv+ el 30 de abril.
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Películas mencionadas:
Los tres Mosqueteros: Milady se puede ver en Movistar Plus+.
Z se puede ver en prime Video.
La confesión se puede ver en Filmin.
Ciudad de Dios se puede ver en Acontra+, Max, Movistar Plus+ y Rakuten.