Racing solo sumó alivio

Publicado el 13 agosto 2012 por Marianofusco

Racing aprovechó muy bien los pocos momentos en los que dejó a un lado su actitud pasiva e hizo gala de mayores dosis de ambición y venciendo a Argentinos Juniors en La Paternal, donde no ganaba desde hacia cuatro años, sumó la victoria que de forma imperiosa necesitaba para dejar atrás días de frustración y comenzar a pensar en edificar un trayecto que lo conduzca a la ilusión.

Al menos por esta vez, no importaron demasiado las formas. Al debut no deseado ante Atlético Rafaela se le había sumado el doloroso golpe recibido de manos de Boca en la gran final de la Copa Argentina y por encima de cualquier otra cosa lo importante para Racing era sumar de a tres. Más aún teniendo en consideración la dificultad de jugar en un estadio siempre complicado y la proximidad del clásico ante Independiente.

Lograr dicho objetivo no fue nada sencillo para el once conducido por Luis Zubeldía. Principalmente porque en ningún momento mejoró sus prestaciones con respecto al encuentro del pasado sábado y además porque enfrente se paró un equipo con las mismas necesidades, que ante su público debía dar cuenta de una reacción tras ser goleado por Vélez en el marco de un encuentro en el que redondeó una actuación sumamente deslucida.

Tanto para unos como para otros, los caminos a la victoria parecieron estar siempre cerrados. Y no por dosis de infortunio o buenas intervenciones de los arqueros, sino porque de principio a fin se jugó mal. No hubo ni claridad ni lucidez, abundaron las imprecisiones y los envíos largos en busca del error ajeno y por el contrario escasearon las asociaciones cercanas al área y las chances de gol.

Si bien el panorama fue en general oscuro, lo que seguramente preocupará a Zubeldía es que lo más flojo vino del lado de Racing, que aunque en ocasiones tuvo más el balón que el cuadro local echó en falta mayor incidencia en el juego de Diego Villar y Mauro Camoranesi y generó escenarios muy pocos propicios para que en ofensiva puedan marcar la diferencia Gabriel Hauche y Jose Sand, quien aunque muchas veces participó con acierto de espaldas al arco se encontró nuevamente muy desasistido.

Por el contrario, Argentinos por lo menos generó dos opciones, que aunque no fueron gestadas en base a movimientos dignos de destacar parecieron despertar al juego del letargo en el que permenentemente estuvo inmerso. Una la desperdició el juvenil Santiago Naguel y la otra, de frente al arco, el peruano Zlatan Fernández, quien ya sobre el final del primer tiempo sufrió una luxo fractura en su tobillo izquierdo que conmovió por lo terrible que fue la escena y fue reemplazado.

Planteado el panorama, lo que modificó el posterior desenlace del encuentro en favor de Racing fue el fugaz pero destacable cambio de actitud que pudo verse en el inicio del segundo tiempo, al que para mayor fortuna acompañó un golazo de cabeza marcado por Fernando Ortiz, sorprendente goleador en este inicio de semestre, a la salida de un tiro de esquina.

El quiebre que marcó dicho gol fue tan grande que para Argentinos, golpeado y sin respuestas anímicas y mucho menos futbolísticas, ya no hubo vuelta atrás. Ni siquiera con Racing siendo incapaz de aprovechar la ventaja que había conseguido para soltarse más, lograr mayor confianza con el balón y beneficiarse de la desesperación ajena para gestar las opciones que antes no había gestado.

Para el once de La Paternal ni siquiera fue un aliado el tiempo, que fue mucho, pero que al fin y al cabo fue transcurriendo bajo el mismo marco de situación que en los 45 iniciales hasta que sobre el cierre un gran gol de Adrian Centurión, de movimiento extraordinario previo al remate, rubricó la sentencia. Fue, para Racing, un segundo bálsamo en medio de una tarde gris. En la que con los tres puntos que obtuvo solo sumó alivio.