En ese arranque Racing necesitó de los servicios de Saja, que salvó en el mano a mano ante Augusto Solari en el único error de Grimi en esos primeros 45 minutos.
River trató de proponer un poco más, pero el local se hizo fuerte presionando en la zona central con Ezequiel Videla, un símbolo como lo era Adrián Bastía en el campeón de 2001. Arrastraba de la semana una dolencia abdominal, aunque igual dejó todo en cada pelota y despertó los aplausos de la gente. Videla fue un león hasta el final, como cuando guapeó esa pelota faltando cinco minutos y generó el contraataque de Bou que finalizó en córner. La figura de la cancha terminó acalambrado, toda una señal del esfuerzo.
Lógicamente, en River se notó que Gallardo ubicó un conjunto alternativo, manteniendo sólo dos titulares habituales: Barovero y Funes Mori. Pero el equipo estuvo nervioso asumiendo el compromiso de defender la punta del torneo.