No sé si la palabra correcta para explicar mi estado de ánimo es anonadado o enojado, posiblemente ambas sean acertadas, pero en cualquier caso debo denunciar el contenido racista y xenófobo de los comentarios anónimos que se vierten en los medios de comunicación, siempre que se habla o bien de mi persona o bien de otras y otros representantes de Ezker Batua-Berdeak. Ahora les toca el turno a Julia Madrazo y a Jon Sustatxa. El pasado viernes se despidieron públicamente como concejales del Ayuntamiento de Bilbao y esta noticia ha sido la excusa para dar rienda suelta a una cadena de comentarios anónimos en los medios de comunicación, en los que se les acusa de regalar pisos a las personas inmigrantes, ofrecerfles ayudas sociales millonarias e incluso se vincula su trabajo con el asesinato de un anciano en Santutxu, presuntamente por un hombre de origen colombiano. Se trata de una sarta de falsedades porque las ayudas sociales a las personas inmigrantes y a las personas residentes en Euskadi no las han gestionado ni Julia, ni Jon, del mismo modo que tampoco lo hice yo cuando fui consejero en el Gobierno vasco. Evidentemente, tampoco han regalado pisos a las personas llegadas de otros países primero porque no está en sus manos y, además, porque todas las adjudicaciones se rigen por una reglas y unos mecanismos públicos de control y transparencia Tengo la convicción de que estos comentarios anónimos, que difunden la mentira, manipulan las conciencias y atentan contra la verdad y el derecho a la imagen de las personas, no son obra de la ciudadanía, mucho más concienciada, solidaria y comprometida, sino de una estrategia planificada, no sé por quién, pero sí sé para qué. Para desprestigiar a la izquierda y beneficiar a la derecha, aunque corren el riesgo de que finalmente sea la ultraderecha más racista y xenófoba quien se benefice de estos mensajes. Una lástima, en cualquier caso, que espacios que nacen para la participación, la interacción y el diálogo, se convirtan en un lugar común para el insulto y la ofensa personal, faltando a la verdad, a la ética y el respeto. Pienso, y seguirñe haciéndolo , que internet y las redes sociales son conversaciones, aunque haya personas, también ocurreo en la vida real, que lo confunden con descalificaciones.