A un mundo de distancia de la mansión de Abikẹ, en los suburbios de la ciudad, vive un joven vendedor ambulante que se esfuerza por encontrarle sentido al mundo. Su familia lo perdió todo tras la muerte de su padre y ahora él, en las calles, corre detrás de los automóviles vendiendo helados para mantener a su madre y a su hermana.
El día en que Abikẹ compra un helado al vendedor ambulante empieza una improbable y frágil historia de amor que desafía los prejuicios de la sociedad nigeriana. La creciente intimidad entre ambos, sin embargo, arrastra consigo revelaciones sobre el pasado que pondrán en jaque la relación, y tanto Abikẹ
como el vendedor ambulante deberán decidir de qué bando están en este juego