Marinovic, derecha, abraza a Rafa Martínez - ACB Photo/M.A. Polo.
A punto de llorar, completamente extasiado, Rafa Martínez (Santpedor, 1982) no acaba de asumir lo que había conseguido. Un triple suyo sobre la bocina había derrotado por 60-59 al Barça, que sólo había perdido un partido en todo el curso, y sobre todo había ilusionado al Power Electronics Valencia, el eterno aspirante a cotas altas que este año parece en disposición de mejorar su discreto papel de los últimos años. De momento, y con la Copa en el horizonte, el conjunto de Neven Spahija conservó su condición de invicto en casa ganando a los azulgrana, algo que no conseguía desde hacía casi cinco años (abril de 2005). El Barça, que por primera vez en mucho tiempo no tuvo encuentro entre semana, no pudo festejar que Juan Carlos Navarro igualase el récord de partidos con el Barça de Epi (422) y que Ricky Rubio se convirtiese en el jugador más joven en el torneo en superar los 1.000 puntos (lleva uno más). Tendrá que esperar para igualar (o superar) la tercera marca de triunfos consecutivos en la Liga ACB, que seguirá correspondiendo al Caja Laboral, con las 16 obtenidas el año pasado.
Un triple mal defensivo acabó por resolver un partido tremendamente defensivo (25-25 al descanso). La puntería y la pillería definieron la jugada decisiva: Víctor Claver hizo el gesto de sacar hacia su derecha desde la línea de fondo, pero sacó hacia su derecha. Hizo como los jugadores que intentan engañar al portero en un penalti. Tanto engañó a los azulgrana que Rafa Martínez recibió solo, completamente solo, y lanzó sin oposición. Gianluca Basile hubiese necesita más de un segundo –una eternidad en básket, y más en este caso, pues quedaban sólo siete décimas en juego– para intentar taponar o dificultar el tiro. El triple entró y premió al Power Electronics Valencia y a su escolta, que alcanzó los 16 puntos.
Agarrotados e imprecisos
El Barça estuvo muy lejos de su nivel en la Fonteta. No le entusiasman los partidos de pocos puntos ni la lentitud a los azulgrana. Le incomodan partidos como el de la Fonteta, donde se comportó como un equipo agarrotado, impreciso y en ocasiones poco ambicioso en el rebote. La diferencia es que hasta ahora en las pocas ocasiones en las que se había visto en esa situación había acabado ganando el partido con un final excelente. Algo que pareció que volvería a hacer cuando se distanció por 40-48 a 7m 29s tras un mate de Terence Morris tras una recuperación –o una pérdida, según se mire, de José Simeón–. Una jugada casi inédita para el Barça en Valencia, derrotado además de por el triple de Rafa Martínez por la buena actuación de Kosta Perovic (15 puntos).
El pívot serbio había colocado al Power Electronics Valencia con su máxima ventaja (33-27 a los 23m 22s) con tres mates consecutivos. Sólo Boniface Ndong (13) fue capaz de frenar a Perovic. El ex jugador de Unicaja fue el más regular de un equipo irregular por un día y en el que sus dos jugadores en forma presentaron estadísticas nefastas; Navarro (11, 3/8) y Ricky (cinco, 1/7). Así que el inicio fulgurante (3-14 a los 7m 42s) resultó tan sólo una cosa puntual. Como que los locales tuviesen que lanzar hasta trece veces para anotar su primera canasta de dos. La metería, como no, Rafa Martínez. El mismo que acabó por frustrar los récords del Barça. El mismo que ilusionó a la afición del Power Electronic Valencia.