Esta es una pequeña y corta historia de un amigo, un compañero de club y de un excelente jugador de ajedrez que, a la vez, en su situación convaleciente por un grave problema congénito de corazón, también compuso problemas de ajedrez, algunos de los cuales he podido rescatar para nuestro conocimiento y que veremos más adelante.
Rafael Corraliza de Arcos en 1957
Rafael Corraliza fue un fuerte jugador de partida viva. Empezó a tocar madera a finales de los años cuarenta del siglo pasado en la Sección de Ajedrez del Casal Católico de San Andrés, tal como se denominaba en aquellos años y al que nosotros siempre denominamos C. C. Sant Andreu.
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