RAFAEL DE LA HOZ
El arquitecto es un profesional en crisis
La conservación del patrimonio no es misión de grupitos
En el salón de actos de los Colegios Mayores de las Cajas de Ahorros de Córdoba y organizado por el Colegio Oficial de Arquitectos, Rafael de la Hoz Arderius, arquitecto, pronunció una conferencia sobre «Arquitectura y desarrollo tecnológico»
—El contenido de esta conferencia ha sido tema de una ponencia en el pasado XIII Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos y es el abandono que existe en estos momentos por parte de la arquitectura de' todas las tecnologías que tradicionalmente eran parte constituyente de la misma. Desde el siglo pasado la arquitectura ha ido desmembrándose en ingenierías de todo tipo y hoy hay una serie de especialistas —sociólogos, economistas— que han ido tomando diversas tecnologías del tronco común de la arquitectura y han relegado al arquitecto al mero papel de un diseñador que reviste con una piel esteticista que le han dejado los otros técnicos. Esta es una posición frívola por parte de la arquitectura de la que hay que salir cuanto antes a base de desmitificar la tecnología y hacerla accesible a los arquitectos y por otra parte delimitar el cuadro de las necesidades que el hombre de hoy exige que sean cubiertas por la arquitectura.
—¿No falta contacto entre arquitecto y usuario?
—Efectivamente desde hace unos decenios el arquitecto no tiene ocasión de ponerse en con¬tacto con el hombre para el que hace su vivienda, sino que siempre existe un promotor o alguna persona que es la que hace de in¬termediario o impide esta comu¬nicación. Esto conduce a que el arquitecto desconoce al final si ha acertado o no en su labor y no tiene otra referencia que su gusto persona
ARQUITECTOS Y DESMADRE URBANÍSTICO
— ¿Está en crisis entonces la profesión de arquitecto?
—Tremendamente en crisis. Piensa que el veinticinco por ciento de los arquitectos del mundo están en paro y esto es así porque en cierto modo la sociedad ha empezado a prescindir dé los servicios del arquitecto.
— ¿Es un problema de enfoque profesional o de estructura?
—Entiendo que el arquitecto al haber relegado su papel al de mero diseñador ya no ataca la esencia de los problemas que siempre han sido la razón de ser de la arquitectura: la ordenación del espacio para el bienestar del hombre. En definitiva es como un lujo del que se puede prescindir.
— ¿Son culpables los arquitectos del desmadre urbanístico actual?
—Creo que de este pecado so¬mos todos un poco culpables, no¬sotros por supuesto también lo somos y en esta conferencia he analizado la parte de culpabilidad que nos incumbe.
PATRIMONIO Y CONSERVACION
—Respecto a la conservación del patrimonio ¿qué papel le cabe al arquitecto?
—Creo que el arquitecto debe ser un poco el interlocutor entre los estamentos culturales y el pueblo. Debe intentar hacer comprender, mentalizar en suma a la población para que se enca¬riñe con todo el legado cultural que le han dejado sus mayores y de esta manera lo defienda. Creo sinceramente que un grupito de arquitectos a un grupito de autoridades bienintencionadas no es suficiente, sino que es precisa una toma de conciencia colectiva sobre el tema.
— ¿Ha dejado de ser el arquitecto un creativo un poco romántico si cabe, para convertirse en un servidor de intereses económicos?
—Creo que ambos extremos son viciosos. El arquitecto tiene que obedecer a los imperativos del mercado con sus inexorables leyes y tiene también que transmitir sensibilidad a su obra Cualquiera de los dos extremos en que caiga le convierte en un profesional inútil
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E. OSUNA
Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 30 de enero de 1979
Foto tomada de Wikipedia